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Coronilla a la D.Misericordia: Hora de la Divina Misericordia 3:00 p.m.
Reflexiones diarias, súplica y oración
Domingo, 27 de febrero de 2022
1. Reflexión:
«Cuando fui a la adoración escuché estas palabras: Hija Mía amada, apunta estas palabras: Mi Corazón ha descansado hoy en este convento. Habla al mundo de Mi misericordia, de Mi amor.
Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres. Oh, qué dolor Me dan cuando no quieren aceptarlas.
Hija mía, haz lo que esté en tu poder para difundir la devoción a Mi misericordia. Yo supliré lo que te falta. Dile a la humanidad doliente que se abrace a Mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz. Di, hija Mía, que soy el Amor y la Misericordia Mismos. Cuando un alma se acerca a Mi con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas» (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 1074.
2. Súplicas:
- Pedir la gracia de tener el corazón solo para el Señor,
- Pedir la gracia de ser alegre embajador de la Divina Misericordia,
- Orar por las almas que rechazan la gracia del Señor y que se dejan distraer por los engaños del maligno,
- Pidamos al Señor que tenga piedad de nuestra humanidad doliente y por el fin de la propagación de COVID-19 en el mundo entero,
- Por nuestras intenciones personales.
3. Propósito del dia:
Estar dispuesto para servir al Señor en la propagación de la devoción a la Divina Misericordia.
- Rezar la coronilla a la Divina Misericordia Meditada pdf,
- Respetar la hora de la Misericordia,
- Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día.
4. Oración final:
Oh, qué dulce es tener en el fondo del alma aquello en lo que la Iglesia nos ordena creer. Cuando mi alma está sumergida en el amor, resuelvo clara y rápidamente las cuestiones más complicadas. Solo Él es capaz de caminar al borde de los precipicios y por las cimás de las montañas. El amor, una vez más el amor. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 1123)
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«Y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración» (Diario 146).
