Alcoholismo

Hoy en día, se habla con frecuencia del «alcohólicos anónimos». ¿Por qué no decir directamente «alcohólicos» sin más? ¿a caso existe un alcohólismo oficial?

Es solamente una manera de dirigirnos a aquellos que viven bajo la influencia y la dependencia de las bebidas alcohólicas, pero que no son capaces de reconocer ese grave problema. 

¿Por qué este tema resulta siempre problemático en la sociedad actual?

En efecto, cuando un comportamiento, una actitud o cualquier aspecto de la vida causa problema, es siempre aconsejable analizar las causas directas, con el objetivo de controlar y resolver las frustraciones. 

Sin embargo, no siempre resulta fácil resolver las frustraciones, el odio, el rencor, la desesperación, la envidia y todo tipo de desorden que caracteriza nuestra vida, cuando no llegamos a fortalecer nuestra felicidad, esperanza, la aceptación de sí, el espíritu de una vida saludable, el valor de la familia, la amistad con Dios y con el próximo desde la práctica de la vida cristiana fundamentada en una fe esperanzadora y sincera. 

El alcoholismo es un espíritu destructor: o lo vences o te vence

La Biblia no prohibe a los cristianos beber cervceza, pero la Biblia condena la embriaguez, San Pablo en Efesios 5,18 nos dice: «No os embriaguéis con vino, que es causa de libertinaje; llenaos más bien del Espíritu.» Como hemos dicho, el alcohol es un espíritu que nos puede vencer si nosostros no somos preparados para vencerlo. Los cristianos, estamos invitados: 

  • a evitar de dejarnos dominar por cualquier cosa, cualquier obseción, exceso, etc.
  • a no convertirse en motivo de tropiezo para los débiles, por quien Cristo murió, tal conducta conduce a pecar contra Cristo. (Cf. 1Co. 8,9-13)
  • a evitar la conducta que puede ofender a los demás, etc.

San Pablo, en 1Cor.10,31 nos dice: «Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.» 
Desde esta palabra de la Sagrada Escritura que nos dice san Pablo, se puede afirmar que ¿consumir alcohol también puede ser para la gloria de Dios? Podremos dar una respuesta clara más adelante, analizando los ejemplo concretos sobre la consecuencia del alcoholismo en la vida actual.

Antes de entrar en las consecuencias del alcoholismo en la vida de hoy, podemos aclarar un argumento equivocado de aquellos que suelen usar ese ejemplo para justficar el vicio del alcoholismo: Vemos en la Biblia que Jesús cambió el agua en vino en las bodas de cana, además fue a petición de su Madre, la Santísima Virgen María. Este ejemplo es de tomar con mucha sabiduria y además, con un poco de base de interpretación bíblica o de la historía de aquella época de Jesús:

Veamos ahora lo que pasa cuando estamos bajo la influencia del alcohol:

  • Cuando por diversión uno decide beber una cerveza para celebrar dignamente un momento de amistad o cualquier ocasión, de allí suele aparecer la fuerza del maligno. Entonces, ya no será una cerveza sino dos y hasta litros. Como consecuencia, la persona acaba descontrolando todo. ¿ahora quién conduce la vida de la persona que se encuentra en ese estado de embriaguez? Ahí entendemos lo que hemos dicho anterioremente: «el alcohol es un espíritu», en este caso, es el alcohol que empieza a dominar y gobernar la vida de la persona. y como consecuencia: La persona empieza a confundir los vicios con los valores, empieza a buscar la felicidad en los caminos equivocados.
  • En estado de embriaguez es difícil que la persona pueda distinguir el bien y el mal. (Se pierde el valor de la pureza y el dolor del pecado), la persona pierde el valor de una vida saludable, no le importa la seguridad de los demás, empieza a recordar los malos recuerdos de la vida pasada y como consecuencia nace en la persona la actitud de venganza (pero no siempre llega a atacarse a la causa directa de su frustración, lo que hace que sus víctimas sean personas que se cruzan por su vida: conocidas y desconocidas).
  • El alcoholismo es un espíritu que suele empezar a atacar primeramente el cuerpo humano (el alcohol te destruye y te hace ver lo menos importante que es la vida, pero no para que uno acabe primeramente con su propia vida, sino que este comportamiento te lleva al odio: no puede amar a los demás con el corazón, porque no le interesa el bien de nadie, un alcohólico no puede cuidar a personas que están a su cargo. También los alcohólicos suelen desarollar el egoísmo (uno empieza a sentirse a gusto consigo mismo). El alcoholismo siempre conduce al relativismo en la vida, lo que hace que, en lugar de resolver los problemas, uno busca  taparlos, refugiándose en el alcohol. (Esta actitud no ayuda, porque hace olvidar los problemas por un momento cuando uno está en sus estados de embriaguez o borracho, como se quiera decir, pero una vez termina los efectos del alcohol, los problemas suelen volver a la mente de una manera descontrolada, lo que lleva a algunos a suicidarse o a provocar daños mayores a terceros, sin mensionar la resaca.
  • El alcoholismo ataca la familia, porque es un espíritu destructor. El maligno para reinar y para gobernar siempre procede por la destrucción y la división. (Es difícil que un alcohólico pueda valorar la familia, el matrimonio, sus bienes tanto espirituales como materiales) no por maldad, sino porque ya no es él que controla su vida. 
  • Por lo tanto, un alcohólico es una persona infeliz y no valora nada, pero es una persona en busca constante de la felicidad pero siempre en los caminos equivocados, porque el alcoholismo no conduce a ningún valor. 
  • Por consiguente, el alcoholismo es un espíritu destructor y enfermo que hace vivir a la persona un vacío interior y por ende llevando una vida sin sentido.
  • Ante los valores cristianos, el alchólico siempre actúa con desprecio porque en él existe un vació total de la presencia del Señor.  

En todo esto, los alcohólicos suelen llegar a sentirse inútil, y a veces es la sociedad que rechaza a los alcohólicos porque son considerados como personas peligrosas, lo que lleva a romper a muchos matrimonios. Algunos piensan que es imposible salir de esta condición de alcoholismo, pero afortunadamente hay siempre una solución que nos proponen los valores de la vida cristiana. Escrito está: «[…] ninguna cosa es imposible para Dios.» (Lc 1,37). Muchas veces nos olvidamos que Jesucristo está Vivo y que todo lo que hacía en su vida pública lo sigue haciendo hoy, basta que le dejemos actuar, dirigiéndonos a él con fe y confianza. Lo que nos falta es: en primer lugar, la voluntad de reconocer el problema que nos conduce al alcoholismo, en segundo lugar, saber enfrentar la situación dejándonose guiar por el Espíritu del Señor (Espíritu que conduce a la vida Eterna, ya que nos ayuda para discernir otros espíritus que son destructores). Cuando descubrimos nuestro problema, entendemos que Jesús murió por nosotros y siempre nos espera para hacer de nuestros problemas una carga ligera, Jesucristo nos dice: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.»  (Mateo 11,28).  El Alcoholismo es una carga que pesa mucho, causa amargura, nuncca conduce a la felicidad, no permite que el alma descanse mayor tiempo con el Señor, provoca el ruido interior y causa el vacío interior. Pero cuando uno acepta que tiene problema: aquí, me gustaría especificar un poco, el alcoholismo no es un problema en sí, pero el problema es «lo que nos conduce al alcoholismo». Por ejemplo:

  • No tengo trabajo, me siento inútil, frustrado, vivo con complejo de inferioridad ante los amigos que tienen mismos estudios como yo o que no tienen estudios pero que gozan de una vida digna: de allí algunos empiezan a desarollar la mentira, el relativismo, viviendo en función de las apariencias, etc.
  • tengo deudas: para olvidar esta situación, voy a beber alcohol así no pasaré la noche pensando en las deudas.
  • discutimos mucho en mi matrimonio, para evitar esos problemas, me voy de casa y despues de tanto beber, vuelvo a casa, me quedo dormido, ademas posiblemente llegue con mas deudas con lo que gaste para comprar la «anestesia». Pero puede que el estado del embriaguez llega a provocar un daño mayor en la familia (agresiones físicas, etc.)
  • tengo reunión importante, a la hora de hablar, me siento inseguro y prefiero acudir al alcohol. Pero a la hora de hablar es posible que la persona empieza a hablar sin coherencia. En este caso, el alcohol fue una solución equivocada a un problema que se podría resolver de una menera racional y espiritual sin necesidad de recurrir al alcohol.
  • me he quedado sin trabajo, miro encima los gastos de la familia y la educación de los niños, me veo irresponsable, me entra la frustración y para olvidar esta situación me refugio en el alcohol. Nos olvidamos que cada vez que termine los efectos del alcohol, los problemas vuelven a la mente, y otra vez el espíritu del alcohol nos invita a cargarnos de nuevas dosis para aguantar la situación y no para resolver las situaciones. 
  • he fracasado en muchos planes de la vida: negocios, estudios, matrimonio, noviazgo, he sido manipulado por alguien, etc. para olvidar esos malos recuerdos me refugio en el alcohol.
  • Otro punto importante a tomar en cuenta es que muchos siempre buscamos un culpable, alguien que nos enseñó, que nos inicio en cualquier vicio. tengo este vicio de droga, de alcohol, etc. porque mi padre, mi madre, mi tio, mis amigos, mi jefe, etc, me han enseñado y luego yo no puedo parar.

Entonces, partiendo de estos pequeños ejemplo, podemos entender que el alcohol no es un problema. Como hemos dicho al inicio. El alcohol es un espíritu que nos puede vencer o que podemos vencer nosotros a el, aquí podemos entender que, una buena manera de vencer el alcohol es de mirar con objetividad los problemas que nos conducen al alcoholismo, si descubrimos que hay problemas reales que nos conducen a refugiarnos en el alcohol, nos daremos cuenta de que, si nos ponemos a discernir esos problemas es posible que lleguemos a la decisión de resolverlos. Y cuando uno empieza con el intento del primer problema que conduce al alcoholismo, es posible que acabe descubriendo que: el alcohol no es ni problema ni una solución; el alcohol no conduce a nada, sino destruye todo. 

Allí podemos entender que, si con nuestra fuerza no podemos resolver nuestros problemas, es muy importante reconocer que «para nuestro Dios, nada es imposible» Lc 1,28, entoncés cuando intentamos de resolver los problemas con nuestra propia fuerza y nos damos cuenta de que nunca llegamos a la felicidad, es muy importante tener la valentía del hijo pródigo y tomr la decisión de volver al Señor, entregarle los problemas, confiar en su Infinita Misericordia, aceptar su Amor sanador y confiar en la poderosa intercesión de la Virgen María. 

En definitiva, sin pretender dar lecciones exaustivas sobre el alcoholismo, pero teniendo en cuenta la clave de la espiritualidad de este grupo de oración e intercesión de los Hermanos Testigos de la Divina Misericordia y militantes por el Triunfo del Inmaculdado Corazón de María (Refugio Seguro), y el propio testimonio nuestro sobre el poder de la oración y el poder del amor sanador de Jesucristo, tal y como nos cuenta nuestro coordinador del grupo sobre la experiencia de su encuentro con el Señor y la Santísima Virgen María el 5 y 6 de diciembre 2016, uno de sus momentos de conversión. Cuando, estando alejado del Señor, fuera de la vida de la gracia; situación que acaba afectando la familia, etc. El día 5 de diciembre, empieza a sentir el dolor de la vida de pecado, el sufrimiento del vacío interior (la vida sin Dios), decide volver al Señor. Después de la confesión y comunión eucarística de la tarde, recibió la gracia de ponerse en oración de liberación, la versión larga del P. Ghislain ROY (Para liberarse y sanarse. Consejos y oraciones de liberación y de sanación, p. 32).

Cuando termina la oración, estando débil por efectos de las bebidas alcohólicas y después de varios días sin alimentarse bien, se queda en su cama, agotado, pero esa noche no pudo dormir. Se queda suplicando la misericordia del Señor, diciendo “Señor, no merezco tu perdón, pero mírame como aquel ciego de Jericó que te suplica, “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi”  Lucas 18, 38 (por cierto, esa misma semana se leyó el evangelio sobre la curación del ciego de Jericó. Esa noche como a las 23h35 nuestro hermano, mientras oraba con confianza mirando el cuadro del Sagrado Corazón de Jesús, oyó una voz humana (insiste voz real, no en sueño, sino voz humana real en español), una voz tierna y humilde de un hombre de unos 30 años, sin verlo, ese hombre era nuestro Señor Jesucristo y le dijó: VER TESTIMONIO COMPLETO HAZ CLIC AQUÍ,

Entonces, para nuestros lectores que tienen familiares que estan bajo la influencia del alcoholismo, o para nuestros lectores que tienen ese problema, van perdiendo la paz, la salud, su esperanza se ve frustrada, ha perdido confianza de sus seres queridos por ser alcohólico, cree que no merece nada bueno, se siente abandonado, no sabe lo que signífica ser feliz, se le ha roto el matrimonio por sus problemas del alcohol, tiene voluntad pero no sabe como salir de esta situación, tiene verguenza de empezar de nuevo una vida normal pensando en un posible rechazo social de los que lo conocen como alcoholico, no puede dormir sin consumir alcohol, se está cayendo en stress y cuando deja de beber alcohol un momento empieza a sentir angustia o miedo y reconoce esta situación que tiene y decide renunciar al alcoholismo pero que no puede contar con sus propias fuerzas, le recordamos humildemente que Jesucristo está Vivo y  está sanando hoy. También, le podemos decir con confianza que este mensaje es suyo, que lo lea con fe, confianza: «[…] Cuando un alma vea y conozca la gravedad de sus pecados, cuando a los ojos de su alma se descubra todo el abismo de la miseria en la que ha caído, no se desespere, sino que se arroje con confianza en brazos de Mi misericordia, como un niño en brazos de su madre amadísima.  Estas almas (125) tienen prioridad en Mi Corazón compasivo, ellas tienen preferencia en Mi misericordia. […] ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión.  Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad. Santa María Faustina Kowalska, la Divina Misericordia en mi alma, Diario 1541)

Si uno reconoce que ha sido su mensaje, entoncés, siendo un grupo de intercesión, conforme a este mensaje de la Virgen María, Reina de la Paz, del 18 de marzo de 1991, en Medjugorje diciendo : «…  Os he dicho a menudo: orad, orad, porque solo por medio de la oración podréis expulsar a Satanás y todo el mal que va con él. Yo os prometo, hijos míos, que voy a orar por vosotros, pero busco de vosotros oraciones más vigorosas, y busco que difundáis la paz y amor que yo os estoy pidiendo en Medjugorje ya casi diez años. Ayudadme y yo oraré a mi Hijo por vosotros”, hoy queremos ayudarle presentando su situación al Señor por la poderosa intercesión de la Virgen María. Que no dude en confiar en la Misericordia Divina y en el Poder de la oración de intercesión. 

También, es importante recordar (ESTOS CINCO CLAVES PARA SER SANADO (que se puede leer haciendo clic AQUÍ) 

Bendiciones y paz en su familia. Recordar siempre: «el alcohol es un espíritu destructor, o nos vence o lo vencemos», pero el Amor del Señor siempre triunfa.

Testigos de la Divina Misericordia y militantes por el Triunfo del Inmaculado Corazón de María.

  Ephrem Tshibamfumu, Coordinador

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