TESTIMONIO Nº1

TESTIMONIO DE CONVERSIÓN Y RESTAURACIÓN MATRIMONIAL

(El triunfo está en el Amor del Señor)

M.M. Ariana Caspeta Alemán (México)                       Tel. +1 (52) 5567906819                            email: aryana_ca@hotmail.com

Dios Salvo mi matrimonio NO en mi voluntad, sino en su Divina Voluntad!!


El amor es paciente, es bondadoso. 
El amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, No es arrogante. No se porta indecorosamente; no busca Lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido. El amor no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor Nunca deja de ser. 2 Corintios 13:4-8

Iniciar esta historia que hoy les comparto a casi ya cuatro años de vivir el dolor de una separación justo en el que debería ser el momento culmen de tu vida como una mujer plena y realizada, vuelvo a revivir aquellos momentos en donde mi orgullo y soberbia me tenían cegada; que caro iba a pagar el precio de mi arrogancia.

Corría el mes de Febrero de 2013 y me encontraba en los últimos preparativos previos a mi boda, había sido un año antes que había apartado la catedral más hermosa de mi ciudad en donde solo la gente con muy alto poder adquisitivo podía pagar, había escogido un vestido hermoso de diseñador que había mandado traer de España, tenía el mejor banquetero, vino, flores… lo mejor de lo mejor, porque al ser hija única y con un gran empleo podía darme el lujo de gastar en eso y más; pero sobre todo porque era tanto mi orgullo, control y poder; y además de que tantas veces dije. MI BODA TIENE QUE SER MEJOR QUE LAS DE MIS AMIGAS. Que equivocada estaba. Había puesto toda mi atención en los detalles más finos, menos en lo que realmente importaba el hacer a Cristo el centro de mi vida y por ende de mi matrimonio.

Años atrás durante nuestro noviazgo comencé a presionar a mi esposo para vivir en unión libre, al ver que todas mis amigas lo estaban haciendo y aparentemente parecía algo normal decidí imitarlas diciendo: si ellas lo hacen porque yo no! Mi esposo nunca estuvo de acuerdo, sin embargo cedió a mis exigencias por miedo a mis reacciones. Si.. mi esposo me tenía MIEDO, para él fueron dos años de vivir en el infierno previo a nuestro matrimonio, la mujer contenciosa de la cual se habla en el antiguo testamento se queda corta con la mujer que fui.

Tenía un empleo en el cual era Gerente de Mercadotecnia ganaba muy por arriba del estándar promedio que se tiene en una gerencia en México, ganaba cuatro veces más que mi esposo, y cuando digo que le hice vivir el infierno durante esos dos años me refiero a todo el mal psicológico y físico que infringí en él, y el por su parte siempre callado, de los siete días de la semana peleábamos seis, cada vez que teníamos un enfrentamiento me decía.. Cuando será la semana que no discutamos? Algunas veces yo lo golpeaba y otras me azotaba yo misma contra la pared llorando y gritando porque no cumplía mis caprichos, fui celopata; cada vez que me daba cuenta que mi esposo agregaba a alguna mujer (llámese amiga de la infancia o familiar) en su red social, le reclamaba y le exigía que la eliminara y él para tenerme contenta lo hacía, algunas veces le provoque problemas en su trabajo y estuvieron a punto de correrlo, en alguna otra ocasión en un concierto y ante miles de personas… nunca voy a olvidar ese día lo golpee por primera vez dejándole marcas, muchas personas se daban cuenta y él siempre me justificaba. Otras ocasiones le prohibía salir con sus amigos porque para mí no eran personas aptas, incluso le llegue a prohibir ver a su familia, llegue a odiar a sus padres haciéndoles muchos desprecios y groserías.

Aquí en México se da mucho la violencia de género sin embargo habemos mujeres que ejercemos la violencia.

Todo esto era una bomba de tiempo que pronto iba a explotar.

Ante la sociedad vivimos de apariencias, en mis redes sociales siempre hacia publicaciones con fotografías en donde demostraba una enorme felicidad pero detrás de esas imágenes solo había dolor, manipulación y control, mientras el mundo le daba like a nuestras publicaciones y se hinchaba mi ego por competir con mis amigas yo estaba cayendo en un pozo sin fondo, a mis padres yo les había ocultado que estaba viviendo en unión libre, pues había crecido en una familia de valores y su lema era siempre: HAZ LAS COSAS BIEN!! Cómo? su única hija, la de los grandes honores universitarios iba a hacer todo lo contrario?, me iban a juzgar, así que durante más de dos años oculte muy bien que vivía ya con mi futuro esposo, estaba ya faltándole a Dios en el cuarto mandamiento, deshonrando a mis padres.

“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da». Éxodo 20:12

Las palabras de mi esposo siempre eran: NO ESTAMOS BIEN, en el fondo él no quería llegar al matrimonio así, sin embargo decidió continuar con todos los preparativos de la boda, incluso meses antes me llego a decir, que en confesión el sacerdote le había dicho que estábamos viviendo en fornicación y que eso a los ojos de Dios no estaba bien, pero yo como siempre respondía de mal humor y enojada incluso me atrevía a comulgar cada Domingo, sabiendo que no podía hacerlo, pobre de mí me estaba comiendo mi propia condenación, y créanme que no me alcanzará la vida para reparar por tan grande pecado a nuestro señor.

Y llego el gran día que tanto esperaba, pero tengo que confesar que aunque todo estaba listo para mi boda sentía un gran vacío y ese vacío era por no hacer la voluntad de Dios, sino que en todo momento hice mi voluntad, siempre he escuchado que Dios respeta nuestro libre albedrío y respeta nuestra decisiones aun cuando no lo tomamos en cuenta en ellas; nunca tuve platicas prematrimoniales y tampoco tuvimos retiro prematrimonial.

Nuestra boda fue de cuento de princesas en donde se supone que al final de la historia viviríamos felices para siempre, que gran error.

Nos casamos y recuerdo que lo primero que me dijo mi madre fue: que había sentido cuando estaba frente al altar haciendo mis promesas matrimoniales frente a Dios y teniendo por testigo a su hijo consagrado (sacerdote), mi respuesta simple y vacía fue nada…

Qué tristeza tan grande, llegue al altar con mis manos vacías tenía un vestido lujoso de encaje fino pero en mi corazón no había nada para ofrecer a Jesús, los que se suponían eran invitados de honor; Jesús y la virgen María; no habían sido invitados, los había hecho un lado. Sin embargo en ese momento estaba cegada y eso créanme que no pasaba por mi mente.

Tiempo más tarde leí en un artículo del papa Francisco que lo importante no son los preparativos de la boda eso es lo de menos, lo importante es el sacramento del matrimonio, porque si hay algo más semejante a la eucaristía es el sacramento del matrimonio.

Después de nuestra boda, mi esposo llego a pensar que yo iba a cambiar pero nada de eso paso… Seguí cometiendo los mismos errores y peor aún lo dejaba solo los fines de semana y corría a casa de mis padres, mi excusa era; no soporto la ciudad necesito cambiar de aires.

La mujer sabia edifica su casa, mientras la necia con sus propias manos la destruye. Proverbios 14:1

  • en efecto cada vez la destruía mas solo era cuestión de tiempo.

Habían pasado solo 4 meses de matrimonio cuando tuvimos una discusión por whatsapp donde lo ofendí hasta el cansancio, fue el momento oportuno para decir BASTA, estoy harto de esto!, los días siguientes a esa discusión fueron sombríos, él estaba distante no me dejaba tocarlo, de su boca ya no salía un te amo, le pedí disculpas pero no era suficiente ya lo había herido mucho. Seguían pasando los días y el ya no solo era distante su mirada estaba vacía, perdida, vivíamos en la misma casa pero él había decidido dormir en otra habitación, no me tocaba, ya no había intimidad éramos dos extraños.

Algunas veces yo veía que cuando se levantaba para bañarse se metía su teléfono al baño yo pensaba que era porque escuchaba música pero esa no era su costumbre, me había anticipado que ya no quería vivir conmigo sin embargo llegue a pensar que era porque seguía enojado y que como otras veces eso iba a pasar. Por mi parte comencé a acudir al psicólogo, tome terapias, le confíe mi vida a un extraño seguía sacando a Dios de mi vida. Así dice el SEÑOR: Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de la carne su fortaleza, y del SEÑOR se aparta su corazón. Jeremías 17:5

  • así paso todo un mes, cuando de pronto llego un día después del trabajo y me dijo, mañana me voy de aquí, conseguí un lugar donde irme, nunca se habló de divorcio incluso llegue a pensar que era pasajero y que solo necesitaba tiempo, lo acepte e inmediatamente se lo dije al psicólogo y él me dijo que tenía que dejarlo libre y así lo hice; respete su decisión.

A las dos semanas de que él se había ido en mi trabajo me comunicaron que estaban haciendo recorte de personal y que desafortunadamente yo estaba en esa lista, cuando eso sucedió caí en shock, no solo había perdido a mi esposo, ahora también perdía mi trabajo, que más faltaba? De pronto me quede como Job… Pero como estaba tan cegada comencé a reclamarle a Dios por todo lo que estaba viviendo, vivíamos frente a una parroquia y en lugar de hacer oración solo me la pasaba reclamándole a Dios por mi situación; haciéndole preguntas tontas, del porque yo estaba viviendo eso, era lógico lo que estaba sucediendo, estaba cosechando lo que había sembrado, era hora de pagar la factura a un alto precio.

Mi vida se desmoronaba, tuve que decirles a mis padres mi situación y no solo eso, sino que fui la comidilla de todos mis «amigos». La gente llego a decir: Tanto lujo de boda para nada, sentía tanta vergüenza porque tenían razón.

Ante mi desesperación comencé a buscar las soluciones fáciles y rápidas, cartas, hechicería, pociones, amarres, velas, en una palabra idolatría.

Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no aprenderás a hacer las cosas abominables de esas naciones. No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos. Deuteronomio 18:9-13

Yo quería que mi esposo regresara a toda costa. En esos meses aún continuaba teniendo comunicación con mi esposo pero solo era para darme dinero o llevarme alimentos, llegue a pensar que tal vez me estaba siendo infiel pero como muchas veces lo había pensado y nunca había sucedido nada, pensé: quizás es producto de mi imaginación, seguía siendo frío y yo solo lloraba y me desesperaba, los fines de semana me iba a casa de mis padres a buscar consuelo y el acudía a alimentar a nuestra mascota, algunas veces él se quedaba cuando yo no estaba, hasta que un día en mi arrebato y desesperación cambie la chapa de la puerta, aconsejada por mis amigos; nunca hubiera hecho eso, solo desperté más odio hacia mí.

Estando en un retiro al espíritu santo sentí la necesidad de buscar a los padres de mi esposo y pedirles perdón, así comencé a acercarme a ellos, siendo humilde pues en mi corazón sentía que debía humillarme ante ellos y pedir misericordia, inmediatamente mi esposo al enterarse de eso, comenzó a agredirme por mensaje… Ahora si quieres estar con mi familia, No. cuando muchas veces los rechazaste, reproche tras reproche; para ese momento mi esposo ya era un desconocido había sido presa de un secuestro espiritual.

Al no encontrar trabajo decidí regresarme a vivir con mis papas habías pasado dos meses desde que él se había ido, llego navidad y fue muy doloroso pasar mi primera navidad y cumpleaños sin mi esposo, por su parte mi familia me presionaba para que solicitara el divorcio pero yo me quedaba callada. En Enero encontré un empleo temporal de seguros y viajaba constantemente a la ciudad, tuve algunos encuentros con mi esposo pero las cosas seguían igual y yo volvía a caer en desesperación. A mediados de ese mes recibí un mensaje a través del chat de redes sociales en donde la persona que me escribía era un hombre que me mencionaba que mi esposo le había quitado su novia, rápidamente confronte por teléfono a mi esposo y él no lo negó me dijo que solo le gustaba y que había salido en grupo de amigos con ella, me paralice y comencé a buscar y lo que encontré fue muy doloroso, llegue a hablar con sus papas los cuales se mostraron muy apenados por las acciones que había cometido su hija, mi esposo interactuó con la familia de ella, a tal grado de decirles una cantidad de mentiras, por supuesto para ellos era soltero, mientras que ella si sabía de mi existencia, era una mujer que había conocido en su trabajo 12 años más joven que él, no la voy a culpar puesto que ella solo fue el instrumento, ruego a Dios en su infinita misericordia le perdone sus pecados.

No cometerás adulterio. Éxodo 20:14

Al descubrir la verdad ya nada podía hacer por una parte sentía la necesidad de luchar por recuperar a mi esposo y por otra solo quería dejar de vivir. La última sesión que tuve con el psicólogo fue para contarle lo que había sucedió, me miro y solo respondió lo que hizo tu esposo es normal en muchas culturas del mundo, no te agobies y deja fluir, me quede estupefacta y decidí no volver, a la par había también comenzado a tomar sesiones de reiki otra mala decisión pero esta vez por consejo de una compañera de trabajo que sabía de la infidelidad de mi esposo y que incluso solapaba.

En el reiki conocí a una persona que supuestamente se comunicaba con los ángeles y ella llego a describirme con la mujer que estaba saliendo mi esposo pero me negué a creerle.

Una de las decisiones que me obligaron a regresar a casa de mis papás fue una crisis de ansiedad que tuve, en donde los efectos del alcohol hicieron estragos en mí, ese día fue el más humillante de mi vida, fui a dar al hospital y toda la noche insistí para que mi esposo fuera a verme, pensando que tal vez; causándole lástima mi esposo regresaría. A toda costa quería devuelta a mi esposo, estaba luchando con mis propias fuerzas y por supuesto mi voluntad imperaba.

Termine el reiki, termine de ver el psicólogo, deje el trabajo y yo seguía igual. Así que comencé a visitar a Jesús en el sagrario con un grupo de oración y fue ahí en donde me dijeron: lo que estás buscando solo lo vas a encontrar aquí y es gratis. Estaba acercándome a Dios, iba a misa todos los días, pero aun reinaba mi voluntad y mi purificación aún no había comenzado.

Para mediados de Marzo del 2014 encontré un trabajo temporal y debía mudarme nuevamente a la ciudad, no tenía donde vivir así que en mi insistencia de querer recuperar a mi esposo y no dejarlo en manos de otra mujer llegue a vivir a casa de mis suegros donde él ya vivía, otra vez estaba luchando con mis propias fuerzas y no estaba dejando actuar a Dios, fue una semana muy difícil en donde mis suegros se sentían entre la espada y la pared, yo no les había dicho nada a mis padres, nuevamente les había mentido, cada día que pasaba mi esposo me corría, me insultaba y yo permanecía callada para mí era un extraño ya no era el hombre humilde, amoroso y sumiso que yo había conocido era ya un monstruo, yo salía por las mañanas esperando que mi esposo recapacitará pero eso no sucedía, al cabo de una semana mi esposo se armó de valor y se comunicó con mis papas diciéndoles que yo estaba en su casa y que era necesario que fueran por mi porque ya no me quería ahí, se imaginan el dolor tan grande de mis padres.. Por un lado les había mentido y por el otro aquel hombre en quien habían confiado la vida de su hija les decía que ya no la quería. Fue un momento muy doloroso el día que mi madre fue por mi aconsejada por un sacerdote de que era lo mejor, mi mamá llego, y yo me resistía a irme, ese día me sentí en medio de lobos en donde todos me atacaban con reproches, por un lado mis suegros y por el otro diciéndome mi madre que no tenía dignidad, nadie me defendía, con lágrimas tome mi maleta y me fui de ahí, lo último que le dije a mi esposo fue que si ya no me quería en su vida eso tendría.

Comenzaba el proceso de Purificación.

«Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite. » Lucas 24

Para llegar a la resurrección es necesario vivir el calvario, paradójicamente estábamos en cuaresma y ya se acercaba la semana santa.

Un día acudí como todas las tardes a mi hora santa y como siempre al terminar me quedaba a misa, una vez escuche que difícilmente olvidas el día en que tu esposo te abandona, pero ese día lo que iba a vivir jamás lo olvidaría, me atrevo a describirlo como una experiencia mística no sin antes haberlo consultado con un experto e investigador en milagros eucarísticos y mi confesor de ese momento.

Al llegar el momento de recibir a Jesús eucaristía, el sacerdote y como lo menciono anteriormente era mi confesor de ese momento, acostumbraba a darnos la eucaristía en las dos especies: pan y vino. Cuando recibo a Jesús tengo la sensación en mi lengua de recibir un pedazo de carne que latía, vibraba; no tengo palabras para describirlo, se me eriza la piel de solo recordarlo, mi corazón ardía de felicidad pero al mismo tiempo no pude articular una sola palabra durante dos días, pasaron semanas y por segunda ocasión vuelvo a tener la misma experiencia y con el mismo sacerdote, inmediatamente lo conté a una persona y me direcciono a internet a consultar los milagros eucarísticos que ha habido en el mundo así como místicos que han vivido de alguna manera similitud con lo que yo viví, después de haber investigado caí en tierra y dije… Señor mío y Dios mío, perdóname por haber dudado de tu presencia real en la eucaristía.

Fue en ese momento donde me abandone en sus brazos amorosos y aunque mi lucha seguía por la restauración de mi matrimonio ahora lo único que me importaba era amar a Jesús y comencé a buscarlo, quería conocerle, el dispuso todo en mi camino para iniciar mi proceso de conversión, encontré grupos de apoyo para matrimonios sin embargo mi aprendizaje siempre fue autodidacta, buscaba predicas en youtube, conferencias de sacerdotes, películas de vida de santos, siempre de índole católica, mi gran intercesora Santa Rita de Cascia a quien un día en su festividad le pedí que tomara a mi esposo como suyo y así fue, ese día le dije dame una muestra de ese pacto y recibí una rosa blanca que hoy por hoy conserva su aroma como si fuera fresca.

De mi esposo me aleje por completo, cambie mi número telefónico y estuvimos sin comunicación durante cuatro meses, mi primer aniversario de bodas lo pase separada, ese día un sacerdote amigo de la familia me mando decir que pidiera la nulidad de mi matrimonio, yo solo guarde silencio y me dirigí a ver la película de la pasión, habían pasado 10 años del estreno de esa película y yo nunca la había visto ni siquiera por morbo, pues ese día algo me ligo a ella, y comprendí que mi dolor era nada en comparación con lo que Cristo había padecido por nosotros, por primera vez estaba comenzando a aceptar la voluntad de Dios, sin miedo, sin desesperación, mi corazón comenzaba a tener paz.

Durante ese tiempo sin comunicación yo llegue a pensar que mi esposo se la estaba pasando muy bien con la otra mujer, sin embargo no fue así. Dios estaba actuando en él, también le quito todo, trabajo, dinero, en pocas palabras… lo quebranto, comenzó a verse desesperado, tengo que ser honesta en algún momento sentí miedo de volver a tener comunicación con él, sin embargo un día llame a mi suegra para felicitarla por su cumpleaños y él se enteró, comenzó a buscarme aunque al principio fue muy frío poco a poco comenzó a tener más interés por mí, para él era raro el escucharme feliz, tranquila, con paz, un día no resistió y se atrevió a preguntarme porque era tan feliz y él no podía serlo, y yo solo conteste porque mi vida ahora le pertenece a una sola persona, el llego a pensar que se trataba de otra persona incluso me pregunto quién era esa persona y yo respondí: lo conoces y se llama Jesús, aquel hombre que murió por ti y por mí, en ese momento no supo que responder tal vez llego a pensar que estaba loca, pero eso ya no me importaba, fue difícil porque de pronto venía y se alejaba, me buscaba y dejaba de hacerlo, algunas veces me sentía usada y volvía a desesperarme sin embargo me daba cuenta que estaba otra vez queriendo depender de mi propia voluntad y no confiando en Dios.

Llego a través de mis redes sociales una invitación para asistir a una cruzada matrimonial a Guadalajara que aunque generalmente se acude con tu cónyuge, para ese momento yo seguía aun separada, aunque ya con un gran avance en la comunicación con mi esposo. Recuerdo que le pedí a mi madre y a mi tía que me acompañaran pues ellas no entendían lo que yo estaba haciendo al luchar por la restauración de mi matrimonio, para entonces yo ya había leído toda la bibliografía de los predicadores que se presentarían ese Agosto de 2014.

El escucharlos, el recibir tantos consejos, me decían que no estaba equivocada al querer buscar la restauración de mi matrimonio y fue ahí donde por primera vez conocí a LA GENERALA, pues así llaman a la virgen de Zapopan y las reliquias de los santos mártires, quiero decirles que ante tan maravilloso evento me sentí tan reconfortada por ellos y sabía que mi lucha no sería en vano y que algún día estaría ahí compartiendo lo que ahora les escribo.

La experiencia que vivimos ahí llego tanto al corazón de mi madre y mi tía que decidieron orar conmigo e interceder para la restauración de mi matrimonio.

A principios de Noviembre llego a mis manos un documento sobre la consagración al inmaculado corazón de María y decidí conságrame, esa consagración tenía una preparación de 33 días así que decidí iniciar el 29 de Noviembre para consagrarme el 1 de Enero de 2015, para mi tomar el rosario cada día se había convertido en una ofrenda de rosas a María, de pronto recordé lo que había leído en el evangelio aquel día en las bodas de Caná…

«Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Juan 2:1-12

Durante la preparación para la consagración rogué a María su intercesión pero ante todo que no se hiciera mi voluntad sino la voluntad de Dios, que yo no quería que mi esposo regresará a mí, sino que regresara a Dios, esas palabras durante mucho tiempo las repetí en el sagrario, y llego el día de mi consagración a su inmaculado corazón, tres días después mi esposo me pide perdón y me pide regresar con él.

Han pasado ya dos años de ese maravilloso día que nunca pensé que llegaría, me había rendido a la voluntad de Dios de aceptar lo que él quisiera para mí, incluso llegue a pensar en ser un laico consagrado pero Dios en su infinita misericordia tuvo compasión de mí.

A lo largo de este tiempo muchas personas que han vivido la misma situación que yo viví se han acercado para preguntarme qué fue lo que hice para restaurarme, algunos hermanos llegan a pensar que existe una fórmula mágica, pero créanme que así pases toda tu vida de rodillas, con mil rosarios, oraciones de liberación, sanación, novenas, o pertenezcas a algún grupo de ayuda, si tu corazón no se rinde a la voluntad de Dios e inicias una verdadera conversión difícilmente dejarás actuar Dios. Mi proceso de conversión aún no termina, cada día es un nuevo comienzo y una nueva oportunidad, debo ser honesta algunas veces vuelvo a caer en la ira o el egoísmo pero recuerdo que soy frágil y pido la ayuda a Dios para que tome mi voluntad y me dé la suya.

Actualmente estoy en un proceso de sanación y reparación con un gran guía y director espiritual Monseñor Salvador Herrera Ruíz, y estudio Divina Voluntad, mi matrimonio cada día se fortalece más, he visto las grandes bendiciones y los dones del espíritu santo para honor y gloria de Dios; sé que el aún no termina, la única manera de regresarle a Dios todo lo que ha hecho en mí, es compartiendo mi testimonio que espero sea de gran edificación.

Para concluir, aunque en realidad mi historia aún no ha terminado, me gustaría dirigirme a mis queridos hermanos del grupo de oración e intercesión: Testigos de la Divina Misericordia y militantes por el Triunfo del Inmaculado Corazón de María: es para mi un honor poder compartir con ustedes mi testimonio de vida, un testimonio de conversión y restauración matrimonial, y que de antemano sé y estoy convencida que será de mucha edificación para ustedes y para nuestro apostolado. Vivimos tiempos de oscuridad y de la falta de amor en nuestras familias, sumergidos en el egoísmo y el poder que olvidamos mantener el lazo de tres nudos donde Cristo y María Santísima deben reinar, cuanto dolor evitaríamos en el mundo, si Cristo reinara en nuestros corazones, estoy segura que no habría separación ni divorcio en las Familias.

Con este testimonio quiero darte la esperanza y alentarte a tener tus ojos puestos en Dios, y buscar la conversión en tu propia vida, sanar tu corazón antes de restaurar tu matrimonio, restaurarte a ti mismo (a), dejar de vivir en tu voluntad para comenzar a vivir en la Voluntad Divina, el camino es duro, difícil y doloroso pero es necesario vivir el calvario para llegar a la Resurrección y vivir la vida eterna con Cristo.

Mi historia aun no termina, recién ha comenzado…
FIAT.

Se puede ver también su testimonio en el canal youtube de MariaVisionMexico 

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TESTIMONIO Nº2

EL PODER DE LA ORACIÓN

Hoy, queremos poner de relieve el poder de la oración, con un testimonio que puede cambiar la vida de muchas personas. 

Como bien sabemos en nuestro grupo de oración e intercesión, La Reina de la Paz nos instruye siempre sobre el poder de la oración, porque Ella sabe, que el mal nos vence muchas veces cuando nos falta la voluntad de ponernos ante el Señor y no tenemos la convicción de confiar en Él. Pero especialmente, por falta de constancia en la vida de oración. 

Pero hoy entendemos que:

  • La oración es la clave fundamental para abrir cualquier puerta.
  • La oración es el alimento del alma.
  • La oración nos hace cruzar las fronteras y abatir las barreras del miedo.
  • Cuando oramos con el corazón, nuestras almas acaban resplandeciendo con la Luz Divina y nos hace gozar de una paz verdadera (la paz que no se perturba ante las dificultades).
  • La oración con el corazón tiene poder sanador, consuela y da sentido ante las dificultades , sufrimientos y enfermedades.
  • La oración con el corazón triunfa siempre en medio de los conflictos, guerras, odio, rencor, desánimo, tristeza, pobreza material, etc.

Para concretar todo esto, os dejamos este testimonio de nuestra hermana DANILDA MERCEDES LORA. DE REPÚBLICA DOMINICANA.

Soy una mujer bendecida por el Señor. Tengo una familia hermosa junto a mi marido y mis dos niñas Darvielys del Carmen (16 años) y Darjelis María (7 años), las cuales son dos milagros que el Señor ha hecho en mí. Al escribir este testimonio las lágrimas me bajan por mi rostro, al recordar esos momentos tan difíciles que pasé, pero que al mismo tiempo el Señor los convirtió en alegría para mi familia y para mí. Hace 16 años di a luz a mi primera niña. Pasé por una cesárea muy difícil. Después de eso tenía miedo de volver a embarazarme. Y cuando quede embarazada pasé por momentos muy tristes, porque pasaba casi todo el tiempo acostada, con amenaza de pérdida. Al estar acostada, le pedía al Señor que me diera la oportunidad de ser madre de nuevo. Que esa criatura que tenía dentro  yo quería verla, tomarla, besarla y verla crecer. Llorando y acariciando mi vientre, le prometí a la madre de Dios, llamarla como ella: María.

Pasados los meses del embarazo, llegó la hora del parto: era 19 de enero del 2010, jueves, a las 9:00 a.m. Cuando el anestesiólogo llegó a la habitación, me miró a los ojos y me dijo: “No tengas miedo, todo saldrá bien”. Lo miré y le dije: “Tengo confianza en el Doctor de los doctores. Él va a guiar sus manos para que todo salga bien.” Terminando de anestesiarme, llegó el otro doctor. Lo vi y le dije: “Doctor, que el Señor lo ayude y le guíe para hacer esta cesárea”. En esos momentos me puse en oración, y le pedí con amor y devoción al Señor para que todo saliera bien.

Se me cerraron los ojos. Sólo escuchaba la voz de las enfermeras y al doctor diciendo: “Gasas, gasas”. Hubo un momento en que dejé de escucharlos, me dormí y sentí como que me fui a un lugar en donde yo caminaba por un túnel, y cada vez que lo hacía era más transparente y luminoso: era como un rayo de luz que salía del final del túnel. Cuando llegué al final de éste, encontré a un Señor que me dijo: “¿Adónde vas? Devuélvete, no es tu hora, baja de nuevo”. Le dije: “¿Pero dónde estoy? Yo estoy dando a luz a mi segunda hija”. Me repitió: “Devuélvete”.

Al regreso de ese sueño, abrí mis ojos. El doctor me dijo: “¡Hola, Danilda, dormilona! No hables. Ahora te llevaremos a tu habitación y allí está tu hermosa bebé”.

Me llevaron a la habitación. Estaba llena de familiares y amigos, todos en oración. Y yo, aunque no podía hablar, oraba en silencio. Daba gracias al Señor por todo lo que viví en esos momentos, porque sabía lo que estaba pasando. Estaban dando gracias al Señor porque nos había salvado de la muerte.

Dios, nuestro Señor me dio otra oportunidad de vida. Pude mirar a mi hija, besarla y verla en salud hasta llorando porque tenía hambre. Su primera alimentación se la dio mi madre, Rafaela Mercedes Morel.

Varias horas después del parto, el doctor explicó a mis familiares lo sucedido: sufrí un derrame, perdí muchísima sangre. La niña, al intentar sacarla, estaba enredada en el cordón umbilical, la bebé estaba moradita. Pero para la gloria de Dios, mi bebé y yo estábamos bien. La niña tiene ya 7 años de edad, corre y goza de una excelente salud. ¡Dios es maravilloso y poderoso!

La oración es la base de lograr los milagros en nuestras vidas, en nuestras familias, en los ministerios que Coordinamos, en nuestras misiones  espirituales, en nuestros negocios, la oración es la que nos une al Corazón Inmaculado de María y a la Divina Misericordioso. Con la oración alcanzamos las gracias, los dones, la sabiduría que necesitamos de Dios para continuar rescatando Almas para Cristo.

«Espero que este testimonio sirva también de apoyo para nuestro apostolado, en el Grupo de Oración e Intercesión: «Los testigos de la Divina Misericordia y Militantes por el Triunfo del Inmaculado Corazón de María (Refugio Seguro)».

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HNA.  DANILDA MERCEDES LORA

(Desde LA REPÚBLICA DOMINICANA)

Publicado, el 07/01/2018

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