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Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Sábado, 17 de septiembre de 2022.

1. Reflexión:          

Unión con Cristo misericordioso. Con el corazón abarco el mundo entero y, especialmente, los países salvajes y perseguidos, para ellos pido misericordia.

Dos propósitos generales: Primero:  buscar el recogimiento interior y observar rigurosamente la regla del silencio. Segundo:  fidelidad a las inspiraciones interiores; llevarlas a la practica y a la acción, según la recomendación del director espiritual. En esta enfermedad deseo adorar la voluntad de Dios; si está en mi poder, trataré de participar (164) en todos los ejercicios comunes; agradeceré ardientemente al Señor por cada disgusto y sufrimiento.

+ Siento a menudo que no recibo ayuda de nadie menos de Jesús, aunque más de una vez necesito mucho las aclaraciones de lo que el Señor pide. Esta noche recibí de repente la luz de Dios respecto a un asunto.  Durante doce años reflexioné sobre cierta cuestión y no logré comprenderla; hoy Jesús me dio a conocer lo mucho que esto le agradó. (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 743-744).

2. Súplicas:  

  • Pidamos la gracia de no mendigar la ayuda de nadie más que confiar en la ayuda del Rey de misericordia que nos ama con un amor eterno.
  • Oremos por los servidores del Señor que sufren ataques del maligno.
  • Pidamos al Señor que tenga piedad de nuestra humanidad doliente y por el fin de la propagación de COVID-19 en el mundo entero.
  • Por nuestras intenciones personales.

Oración: 

Oh Jesús, mi espíritu Te añora mucho y deseo mucho unirme a Ti, pero me retienen Tus obras. No está todavía completo el número de almas que debo llevarte.  Deseo las fatigas, los sufrimientos, que se cumpla en mi todo que has planeado (176) antes de todos los siglos, oh Creador mío y Señor.  Comprendo solamente Tu palabra, solamente ella me da fuerzas.  Tu Espíritu, oh Señor, es el espíritu de la paz y nada perturba mi interior, porque allí moras Tú, oh Señor. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO!

3. Propósito del día:

Entregar mi corazón al Rey de misericordia.