[avatar user=»grupodeo» size=»thumbnail» /]

 

Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Sábado, 29 de octubre de 2022.

1. Reflexión:         

1934.  Jueves Santo.  Jesús me dijo:  Deseo que te ofrezcas como victima por los pecadores y, especialmente, por las almas que han perdido la esperanza en la Divina Misericordia.

Dios y las almas. – Acto de ofrecimiento.

Ante el cielo y la tierra, ante todos los coros de los ángeles, ante la Santísima Virgen María, ante todas las Potencias Celestes declaro a Dios, Uno y Trino, que hoy en unión con Jesucristo, Redentor de las almas, me ofrezco voluntariamente como victima por la conversión de los pecadores y especialmente por las almas que han perdido la esperanza en la Divina Misericordia.  Este ofrecimiento consiste en que tomo [con] la total sumisión a la voluntad de dios, todos los sufrimientos, y los temores, y los miedos que llenan a los pecadores y en cambio les cedo todas las consolaciones que tengo en el alma, que provienen de mi comunión con Dios.  En una palabra, les ofrezco todo:  las Santas Misas, las Santas Comuniones, las penitencias, las mortificaciones, las plegarias.  No temo los golpes, los golpes de la Justicia de Dios, porque estoy unida a Jesús.  Oh Dios mío, con esto deseo compensarte por las almas que no confían en Tu bondad.  Contra toda [la esperanza] confío en el mar de Tu misericordia.  Oh Señor y Dios mío, mi destino… mi destino para la eternidad, no pronuncio este acto de ofrecimiento basándome en mis propias fuerzas, sino en el poder que deriva de los méritos de Jesucristo.  Este acto de ofrecimiento lo repetiré todos los días con la siguiente plegaria que Tu Mismo me enseñaste, oh Jesús: Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.

Sor M. Faustina del Santísimo Sacramento

Jueves Santo, durante la Santa Misa,

29 d., 3 m., 1934 año [29 de marzo de 1934] (Santta María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 308-309). 

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de servir al Señor con entusiasmo y obediencia.
  • Oremos por los que no confían en la misericordia del Señor.
  • Pidamos al Señor que tenga piedad de nuestra humanidad doliente y por el fin de la propagación de COVID-19 en el mundo entero.
  • Por nuestras intenciones personales.

Oración: 

¡Te agradezco Señor, Dios eterno, por las gracias y por los innumerables beneficios con los cuales me colmas! Dios mío, quisiera que cada latido de mi corazón fuera para ti un nuevo cántico de agradecimiento; que cada gota de mi sangre circule para ti, Señor; que mi alma no deje de glorificar tu Misericordia. ¡Te amo, oh mi Dios, te amo únicamente a ti! A pesar de que mis sufrimientos son continuos y grandes, los recibo de tus manos como un don precioso. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO!

3. Propósito del día:

Entregarme confiadamente al servicio del Señor.