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Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Miércoles, 08 de junio de 2022.

1. Reflexión

Hacia el medio día entré un momento en la capilla y otra vez el poder de la gracia golpeo mi corazón. Mientras permanecía en recogimiento, Satanás tomó un tiesto de flores y con rabia lo tiró al suelo con toda su fuerza.  toda su furia y su envidia.  No había nadie en la capilla, así que me levanté y recogí el tiesto roto y replanté la flor, y quise ponerla rápidamente en su lugar antes de que alguien viniera a la capilla.  Sin embargo no lo logré, porque entraron en seguida la Madre Superiora [163] y la hermana sacristana [164] y algunas otras hermanas.  La Madre Superiora se sorprendió de que hubiera tocado algo en el pequeño altar y (172) que el tiesto hubiera caído; la sacristana mostró su descontento; yo traté de no excusarme ni justificarme.  Pero, al anochecer me sentía muy agotada y no pude hacer la Hora Santa, y pedí a la Madre Superiora el permiso de acostarme más temprano.  Una vez acostada, me dormí en seguida; no obstante cerca de las once, Satanás sacudió mi cama.  Me desperté inmediatamente y comencé a rezar con calma a mi Ángel Custodio.  De súbito vi. las almas que estaban expiando en el purgatorio; su aspecto era como una sombra y entre ellas vi. muchos demonios; uno de ellos trató de molestarme arrojándose en forma de gato sobre mi cama y mis pies, y era tan pesado […]. Todo aquel tiempo rezaba el rosario; de madrugada aquellas figuras se fueron y pude dormirme.  Por la mañana, cuando fui a la capilla, oí en el alma la voz: Estás unida a Mí y no tengas miedo de nada, pero has de saber, niña Mía, que Satanás te odia; él odia muchas almas, pero arde de un odio particular hacia ti, porque arrancaste a muchas almas de su poder  (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario 412).

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de vivir siempre protegidos bajo los rallos de la Divina Misericordia.
  • Oremos por los que no creen en la omnipotencia de Dios.
  • Pidamos al Señor que tenga piedad de nuestra humanidad doliente y por el fin de la propagación de COVID-19 en el mundo entero.
  • Por nuestras intenciones personales.

3. Propósitos del día:

Apartar el miedo y confiar siempre en el Señor.  

4. Oración Final:

Oh Jesús, desearía fatigarme y cansarme, y sufrir durante toda la vida por este único momento en que vi. Tu gloria, Señor, y los beneficios de las almas. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 419). 

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«Y no hay alma que no tenga el deber de orar,  porque toda gracia fluye por medio de la oración»  (Diario 146).


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