[avatar user=»grupodeo» size=»thumbnail» /]
Reflexiones diarias, súplicas y oraciones
Martes, 13 de septiembre de 2022.
1. Reflexión:
El primer viernes del mes. Cuando tomé en las manos “El Mensajero del Corazón de Dios” [403] y leí sobre la canonización de San Andrés Bobola, de repente mi alma fue invadida (37) por un gran deseo de que también en nuestra casa hubiera una santa y rompí a llorar como una niña pequeña. Y el Señor Jesús me dijo: No llores, tú la eres. Entonces la luz divina inundó mi alma y se me dio a conocer cuánto sufriría y dije al Señor: ¿Cómo va a ser esto si me has hablado de otra Congregación? Y el Señor me contestó: No es tu asunto saber cómo sucederá esto, sino el de ser fiel a Mi gracia y hacer siempre lo que está en tu poder y lo que te permite la obediencia…..(Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 1650).
2. Súplicas:
- Pidamos la gracia de contar con la intercesión de todos los santos.
- Oremos por todos los que han consagrado su vida a la divina misericordia, para que sean verdaderos embajadores del Rey de misericordia en este mundo sin paz verdadera.
- Pidamos al Señor que tenga piedad de nuestra humanidad doliente y por el fin de la propagación de COVID-19 en el mundo entero.
- Por nuestras intenciones personales.
Oración:
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, en Ti confío y únicamente espero en Ti. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (Diario, 163).
3. Propósito del día:
Imitar la vida de al menos un santo o una santa.
- Rezar la coronilla a la Divina Misericordia
- Respetar la hora de la Misericordia
- Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día
Colabora si puedes (apoyo a nuestro sitio: www.grupodeoracioneintercesion.com)
Únete a nuestro canal de Telegram y recibe nuestras reflexiones diarias y mucho más:
«Y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración» (Diario 146).