[avatar user=»grupodeo» size=»thumbnail» /]

 

Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Sábado, 12 de noviembre de 2022.

1. Reflexión:         

29 XI [1936]. La Santísima Virgen me ha ensenado como debo prepararme para la fiesta de la Natividad del Señor.  La he visto hoy sin el Niño Jesús; me ha dicho:  Hija mía, procura ser mansa y humilde para que Jesús que vive continuamente en tu corazón pueda descansar.  Adóralo en tu corazón, no salgas de tu interior.  Te obtendré, hija mía, la gracia de este tipo de la vida interior, que, sin abandonar tu interior, cumplas por fuera todos tus deberes con mayor aplicación.  Permanece continuamente con Él en tu corazón.  Él será tu fuerza.  Mantén el contacto con las criaturas si la necesidad (191) y los deberes lo exigen.  Eres una morada agradable a Dios viviente, en la que Él permanece continuamente con amor y complacencia, y la presencia viva de Dios que sientes de modo más vivo y evidente, te confirmará, hija mía, en lo que he dicho.  Trata de comportarte así hasta el día de la Navidad, y después Él Mismo te dará a conocer cómo deberás tratar con Él y unirte a Él. (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 785). 

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de permanecer continuamente con el Rey de Misericordia en nuestros corazones.
  • Oremos por los los niños, por las almas del purgatorio, por los que sufren los ataques del maligno y por las intenciones de la Virgen María.
  • Pidamos al Señor que tenga piedad de nuestra humanidad doliente y por el fin de la propagación de COVID-19 en el mundo entero.
  • Por nuestras intenciones personales.

Oración: 

Oh, fuente inagotable de la Divina Misericordia, derrámate sobre nosotros.  Tu bondad no tiene límites.  Consolida, oh Señor, la potencia de Tu misericordia sobre el abismo de mi miseria, porque Tu piedad es sin límites.  Misteriosa e inalcanzable es Tu misericordia, que llena de asombro la mente humana y la angélica. Jesús en Ti confío y solo en Ti espero. Amén.

3. Propósito del día:

Preparar mi corazón con una buena confesión para recibir dignamente al Niño Jesús en esta Navidad.