Orar con el Diario de Sor Santa Faustina: La Divina Misericordia en mi alma.

 

Sábado, 07 de enero de 2023: Cualquier alma que confía en el Rey de Misericordia puede tener acceso a su gracia

 

1. ORACIÓN INICIAL
ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO (Cardenal Verdier)

2. LECTURA

La Misericordia de Dios oculto en el Santísimo Sacramento; la voz del Señor que nos habla desde el trono de la misericordia:  Venid a Mi todos

Dialogo de Dios misericordioso con el alma pecadora

– Jesús:  No tengas miedo, alma pecadora, de tu Salvador; Yo soy el primero en acercarme a ti, porque sé que por ti misma no eres capaz de ascender hacia Mi.  No huyas, hija, de tu Padre; desea hablar a solas con tu Dios de la Misericordia que quiere decirte personalmente las palabras de perdón y colmarte de Sus gracias.  Oh, cuánto Me es querida tu alma.  Te he asentado en Mis brazos.  Y te has grabado como una profunda herida en Mi Corazón.

El alma:  Señor, oigo Tu voz que me llama a abandonar el mal camino, pero no tengo ni valor ni fuerza.

– Jesús:  Yo soy tu fuerza, Yo te daré fuerza para luchar.

– El alma:  Señor, conozco Tu santidad y tengo miedo de Ti.

– Jesús: ¿Por qué tienes miedo, hija Mía, del Dios de la Misericordia? Mi santidad (80) no Me impide ser misericordioso contigo. Mira, alma, por ti he instituido el trono de la misericordia en la tierra y este trono es el tabernáculo y de este trono de la misericordia deseo bajar a tu corazón. Mira, no Me he rodeado ni de séquito ni de guardias, tienes el acceso a Mi en cualquier momento, a cualquier hora del día deseo hablar contigo y deseo concederte gracias.

– El alma: Señor, temo que no me perdones un número tan grande de pecados; mi miseria me llena de temor.

– Jesús: Mi misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. ¿Quién ha medido Mi bondad? Por ti bajé del cielo a la tierra, por ti dejé clavarme en la cruz, por ti permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la Fuente de la Misericordia para ti. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido, tu miseria se ha hundido en el abismo de Mi misericordia. ¿Por qué habrías de disputar Conmigo sobre tu miseria?  Hazme el favor, dame todas tus penas y toda tu miseria y Yo te colmaré de los tesoros de Mis gracias (Santa María Faustina Kowalska, Diario, La Divina Misericordia en mi alma, Diario Diario, 1485)

(Después de la lectura, observar unos cinco minutos de silencio orante: para que este mensaje entre en nosotros e ilumine nuestra vida. En este silencio, cada uno de nosotros ha de situarse en el relato que hemos escuchado y reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te quiere comunicar a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración). Preguntarte: ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente? (Silencio).

A continuación, compartir en grupo, en familia o meditar personalmente.

 

3. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

  • ¿Por qué no suelo escuchar estas palabras que suenan desde el trono de Misericordia diciendo: «venid a mí todos»?
  • ¿Por qué tengo miedo de reconocer mi condición de alma pecadora ante el Rey de Misericordia?
  • ¿Realmente, siendo consciente de mis pecados, puedo huir de mi Padre Misericordioso?
  • ¿Por qué me cuesta tener acceso al Rey de Misericordia, si sé que Él nunca se ha rodeado de guardias?
  • El Rey de Misericordia me repite siempre: «Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza» ¿Y por qué he de quedarme manos vacías teniendo en cuanta esta invitación del Señor?

4. ORIENTACIÓN (Comentario)

  • Para escuchar al Señor, estamos invitados a vivir junto a Él, ser obedientes a su voluntad y con el corazón únicamente para Él.
  • La actitud de escondernos cuando nos descubrimos en la debilidad del pecado es un error y una actitud que viene del maligno. Los hijos de Dios debemos ser agradecidos de tener la Misericordia del Señor como nuestra «tabla de salvación».
  • Como almas pecadores llamadas a la perfección, no podemos tener miedo de acercarnos al Padre Celestial quien nos espera con los brazos tendidos para concedernos su perdón.
  • El Rey de Misericordia siempre nos espera sin reclamos, su Misericordia no pone límites a nadie, tan solo quiere que hagamos el esfuerzo de acercarnos a Él con confianza y con el corazón arrepentido.
  • Aceptar o rechazar la gracia del Señor depende de nosotros. Somos nosotros por nuestra soberbia damos espalda a la gracia del Señor. Hoy estamos invitados a acercarnos al Señor con confianza.

 

Propósitos de hoy:

 

COMPARTIR EN GRUPO, EN FAMILIA O MEDITAR PERSONALMENTE (Reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te comunica a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración.) (SILENCIO) En el silencio del corazón, meditemos las frases o palabras que nos han llamado la atención de manera personal, y descubramos con la luz del Espíritu Santo: ¿Por qué esa palabra o frase me ha tocado a mí? ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente?

5) PRECES y ACCIÓN DE GRACIAS (INTENCIONES LIBRES)

  • Pidamos la gracia de alejarnos de la vida de pecados.
  • Oremos por las almas del purgatorio.  
  • Por las intenciones de la Virgen María.
  • Por las almas del purgatorio.
  • Por nuestra humanidad doliente y por nuestras intenciones personales.
  • Padre Nuestro
  • Ave
  • Gloria

6. ORACIÓN FINAL:

Oh Jesús mío, para agradecerte por tantas gracias.  Te ofrezco el alma y el cuerpo, el intelecto y la voluntad y todos los sentimientos de mi corazón. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 1318).


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