Orar con el Diario de Sor Santa Faustina: La Divina Misericordia en mi alma.

 

Sábado, 26 de noviembre de 2022: Una conversación sincera con el Rey de Misericordia puede convertir nuestro sufrimiento en una fuente de santificación.

 

1. ORACIÓN INICIAL
ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO (Cardenal Verdier)

2. LECTURA

Dialogo de Dios misericordioso con el alma que sufre

– Jesús: Oh alma, te veo tan doliente, veo que ni siquiera tienes fuerzas para hablar Conmigo.  Por eso te hablaré sólo Yo, oh Alma. Aunque tus sufrimientos fueran (86) grandísimos, no pierdas la serenidad del espíritu ni te desanimes. Pero dime, niña Mía, ¿quién se ha atrevido a herir tu corazón?  Dímelo todo, dímelo todo, sé sincera al tratar Conmigo, descubre todas las heridas de tu corazón, Yo las curaré y tu sufrimiento se convertirá en la fuente de tu santificación.

– El alma: Tengo tantas cosas variadas que no sé de qué hablar primero ni cómo expresar todo esto.

– Jesús: Háblame simplemente, como se habla entre amigos. Pues bien, niña Mía, ¿qué es lo que te detiene en el camino de la santidad?

– El alma: La falta de salud me detiene en el camino de la santidad, no puedo cumplir mis obligaciones, pues, soy un sufrelotodo. No puedo mortificarme ni hacer ayunos rigurosos como hacían los santos; (87) además no creen que estoy enferma y al sufrimiento físico se une el moral y de ello surgen muchas humillaciones.  es, Jesús, ¿cómo se puede llegar a ser santa en tales condiciones?… (Santa María Faustina Kowalska, Diario, La Divina Misericordia en mi alma, Diario 1487).

(Después de la lectura, observar unos cinco minutos de silencio orante: para que este mensaje entre en nosotros e ilumine nuestra vida. En este silencio, cada uno de nosotros ha de situarse en el relato que hemos escuchado y reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te quiere comunicar a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración). Preguntarte: ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente? (Silencio).

A continuación, compartir en grupo, en familia o meditar personalmente.

 

3. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

  • ¿Con qué actitud suelo vivir mis momentos de sufrimientos?
  • ¿Por qué en los momentos de sufrimiento no suelo acudir al Señor para recibir su consuelo?
  • ¿Por qué me cuesta reconocer que cada momento de sufrimiento asociado al Sufrimiento de Jesús en la Cruz tiene un valor redentor?
  • ¿Por qué muchas veces me cuesta conversar con el Rey de Misericordia como un amigo?
  • ¿Realmente el sufrimiento puede ser un obstáculo para tender hacia la santidad?

4. ORIENTACIÓN (Commentario)

  • El Rey de Misericordia fue el primero que sufrió por nosotros y quiere que el sufrimiento no sea motivo para perder nuestro ánimo y nuestra serenidad, porque Él siempre está con nosotros y Él es nuestra fuerza.
  • Nunca el Rey de Misericordia se ausenta de nuestra vida cuando nosotros realmente queremos estar con Él. Él Siempre se presta para consolarnos y darnos su paz.
  • El Rey de Misericordia no quiere el sufrimiento de nadie, más bien, no quiere que el sufrimiento sea motivo de quitarnos la paz. Por eso, Él quiere estar siempre con nosotros para curar nuestras heridas y permitir que nuestros sufrimientos se conviertan en la fuente de nuestra santificación.
  • El Rey de Misericordia no es un Dios lejano, es un amigo del camino. Estamos invitados a acercarnos a Él con confianza y plena convicción de ser escuchados.
  • En el camino de la santidad, no podemos borrar la presencia del sufrimiento, más bien, estamos invitados a evitar de sufrir solos. Que seamos conscientes de la presencia de Jesús en nuestra vida y que volvamos siempre hacia Él con confianza y convicción de recibir su respuesta.

Propósitos de hoy:

COMPARTIR EN GRUPO, EN FAMILIA O MEDITAR PERSONALMENTE (Reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te comunica a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración.) (SILENCIO) En el silencio del corazón, meditemos las frases o palabras que nos han llamado la atención de manera personal, y descubramos con la luz del Espíritu Santo: ¿Por qué esa palabra o frase me ha tocado a mí? ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente?

5) PRECES y ACCIÓN DE GRACIAS (INTENCIONES LIBRES)

  • Oremos por los enfermos.
  • Pidamos la gracia de no perder la esperanza en los momentos de mayor sufrimiento.
  • Pidamos la gracia de ser verdaderos testigos del amor del Señor en este mundo inquieto.
  • Oremos por los enfermos que han perdido la esperanza.

 

  • Padre Nuestro
  • Ave
  • Gloria

6. ORACIÓN FINAL:

Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 84).

 


«Y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración»

(Diario 146).