Orar con el Diario de Sor Santa Faustina: La Divina Misericordia en mi alma.

 

Sábado, 19/11/2022: Invitados a abrirnos a la Luz divina y alejarnos de los sentimientos de nuestros corazones.

 

1. ORACIÓN INICIAL
ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO (Cardenal Verdier)

2. LECTURA

Entre las contrariedades que estoy experimentando, recuerdo que el tiempo de la lucha no ha terminado, me armo de paciencia y de este modo venzo a mi adversario.

No busco con curiosidad la perfección en ninguna parte, sino que penetro en el espíritu de Jesús y contemplo sus acciones que tengo relatadas en el evangelio y aunque viviera mil años, no agotaría lo que en él está contenido. Cuando mis intenciones no son aceptadas y [más bien] condenadas, no me sorprendo mucho, ya que sé que solamente Dios penetra mi corazón. La verdad no se pierde y el corazón herido se tranquilizará con el tiempo y mi espíritu se fortalece en las contrariedades. No siempre escucho lo que me dice el corazón, sino que pido a Dios luz; cuando siento que he recuperado el equilibrio, entonces hablo más (Santa María Faustina Kowalska, Diario, La Divina Misericordia en mi alma, Diario 509-511).

(Después de la lectura, observar unos cinco minutos de silencio orante: para que este mensaje entre en nosotros e ilumine nuestra vida. En este silencio, cada uno de nosotros ha de situarse en el relato que hemos escuchado y reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te quiere comunicar a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración). Preguntarte: ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente? (Silencio).

A continuación, compartir en grupo, en familia o meditar personalmente.

 

3. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

  • ¿A pesar de las contrariedades de la vida, soy consciente que el tiempo de la lucha no ha terminado?
  • ¿Cuál debe ser mi actitud ante las dificultades?
  • ¿Cómo suelo luchar contra todo aquello que suele perturbar mi paz y felicidad?
  • ¿Dónde tengo que encontrar mi refugio durante los momentos de mayor peligro?
  • ¿Cómo suelo reaccionar cuando mis oraciones no reciben la respuesta del Señor?
  • ¿A quien presto más atención? ¿Al Señor o a mis sentimientos?

4. ORIENTACIÓN (Comentario)

  • El Señor me recuerda que las contrariedades estarán siempre presentes en mi camino, pero si cuento con su auxilio, nada me quitará la paz interior.
  • Estoy invitado a mantener siempre una actitud de serenidad y de confianza en el Señor.
  • El Rey de Misericordia quiere que tengamos mucha paciencia ante cualquier situación y que no dejemos de confiar en sus promesas.
  • Hoy el Rey de Misericordia nos presta su Corazón como nuestro Refugio Seguro, para que empecemos a llevar una vida serena junto a Él.
  • En mis oraciones no tengo que imponer a Dios la forma ni el momento de responderme. Hoy estamos invitados a confiar en el Señor y a esperar con perseverancia y serenidad.
  • Hoy el Señor quiere que aprendamos a escuchar su mensaje de esperanza con los oídos del Corazón.

Propósitos de hoy:

COMPARTIR EN GRUPO, EN FAMILIA O MEDITAR PERSONALMENTE (Reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te comunica a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración.) (SILENCIO) En el silencio del corazón, meditemos las frases o palabras que nos han llamado la atención de manera personal, y descubramos con la luz del Espíritu Santo: ¿Por qué esa palabra o frase me ha tocado a mí? ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente?

5) PRECES y ACCIÓN DE GRACIAS (INTENCIONES LIBRES)

  • Pidamos la gracia de apartarnos siempre de caminos equivocados.
  • Pidamos la gracia de no tener miedo de decir la verdad.
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por las almas del purgatorio,
  • Por nuestra humidad doliente y por nuestras intenciones personales.

 

  • Padre Nuestro
  • Ave
  • Gloria

6. ORACIÓN FINAL:

Oh Jesús mío, Tú sabes que me he expuesto a más de un disgusto por haber dicho la verdad. Oh verdad, qué oprimida estás muchas veces y casi siempre andas con una corona de espinas. Oh verdad eterna, sostenme para que tenga el valor de decir la verdad, aunque tuviera que sellarla con mi vida. Oh Jesús, qué difícil es creer en esto cuando se ve que la enseñanza es una cosa y el comportamiento en la vida otra. [Yo confío en Ti, ayúdame, porque Tú Eres mi Dios]. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 1482).


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