Orar con el Diario de Sor Santa Faustina: La Divina Misericordia en mi alma.

 

Sábado, 03 de diciembre de 2022: Quien conoce al Rey de misericordia, ha de responder con un amor ardiente.

 

1. ORACIÓN INICIAL
ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO (Cardenal Verdier)

2. LECTURA

Cuando entré por un momento en la capilla, el Señor me explicó que entre las almas elegidas tiene algunas especialmente elegidas, que llama a una santidad elevada, a una unión excepcional con Él. Éstas son las almas seráficas de las cuales Dios exige que lo amen más que otras almas; […] este amor más intenso lo exige, a veces, de una sola alma. Tal alma comprende la llamada, porque Dios se la hacer conocer interiormente, pero puede seguirla o puede no seguirla; del alma depende si es fiel a las llamadas del Espíritu Santo, o si se opone al Espíritu Santo. Supe que hay un lugar en el purgatorio donde las almas satisfacen a Dios por este tipo de culpas; entre diversos tormentos, éste es el más duro. El alma marcada por Dios de modo especial (134) se distinguirá de entre otras almas por una mayor gloria, por el resplandor y por un más profundo conocimiento de Dios; en el purgatorio, por un sufrimiento más profundo, porque conoce más a fondo y anhela más violentamente a Dios; en el infierno, sufrirá más que otras almas, porque sabe más profundamente a quien ha perdido; este sello del amor exclusivo de Dios no se borra en ella» (Santa María Faustina Kowalska, Diario, La Divina Misericordia en mi alma, Diario 1556).

(Después de la lectura, observar unos cinco minutos de silencio orante: para que este mensaje entre en nosotros e ilumine nuestra vida. En este silencio, cada uno de nosotros ha de situarse en el relato que hemos escuchado y reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te quiere comunicar a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración). Preguntarte: ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente? (Silencio).

A continuación, compartir en grupo, en familia o meditar personalmente.

 

3. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

  • ¿Soy realmente consciente que yo soy esa alma elegida que ha de responder al Rey de Misericordia con un amor ardiente?
  • ¿Puedo confirmar hoy que amo al Señor con todo mi corazón?
  • ¿Suelo déjame instruir interiormente por el Rey de Misericordia?
  • ¿Qué me impide ser fiel a las llamadas del Espíritu Santo?
  • ¿Si sé que el purgatorio y el infierno existe, por qué no aprovecho las oportunidades que el Rey de Misericordia me da de escoger el camino de la santidad?

4. ORIENTACIÓN (Commentario)

  • En la vida, hemos de dar las gracias al Señor por el don de la fe, pero al mismo tiempo, estamos invitados a ser conscientes de la respuesta de amor que debemos dar al Señor.
  • Quien ama al Señor busca siempre agradarle en todo momento, renunciando a aquello que pueda herir su Corazón, buscando en todo momento la voluntad del Señor, su gloria y el bien de los demás, sin renunciar a nuestra propia santificación.
  • Muchas veces nos quejamos porque nos cuesta crecer espiritualmente, decimos que nada nos va bien en la vida, pensamos que Dios nos ha abandonado, pero no revisamos nuestro propio corazón: descubrir si realmente sabemos escuchar al Señor, comprobar si realmente solemos acercar el oído a su Corazón Misericordioso para que podamos ser instruidos y guiados hacia el camino de la verdad y de la perfección.
  • Hoy es un día favorable para analizar nuestra vida interior: de mí depende crecer espiritualmente. Dios nunca nos priva de nuestra libertad, pero es importante reconocer que nuestra libertad es también nuestra debilidad, nos dice la Virgen María, Reina de la Paz en su mensaje del 25 de febrero de 2007 en Medjugorje/Bosnia Herzegovina: «No olvidéis, hijitos, que vuestra libertad es vuestra debilidad, por eso seguid mis mensajes con seriedad». Para que podamos elegir el buen camino debemos aprender a escuchar con los oídos del corazón. Hoy podemos seguir el ejemplo de la Virgen María y contar con su poderosa intercesión. Y Santa Faustina nos recuerda que: «La vida espiritual debe practicarse con seriedad y con sinceridad» (Diario, 388).
  • Los devotos a la Divina Misericordia debemos reconocer que todos pasaremos por nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia. Nos presentaremos a Él por la misericordia o por la justicia.

Propósitos de hoy:

COMPARTIR EN GRUPO, EN FAMILIA O MEDITAR PERSONALMENTE (Reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te comunica a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración.) (SILENCIO) En el silencio del corazón, meditemos las frases o palabras que nos han llamado la atención de manera personal, y descubramos con la luz del Espíritu Santo: ¿Por qué esa palabra o frase me ha tocado a mí? ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente?

5) PRECES y ACCIÓN DE GRACIAS (INTENCIONES LIBRES)

  • Pidamos la gracia de reconocer que Jesucristo es un Dios cercano.
  • Pidamos la gracia de acercarnos al Señor siempre con confianza.
  • Pidamos la gracia de hacer todo con amor y con el corazón.
  • Oremos por aquellas personas que viven bajo la esclavitud del odio y el rencor.
  • Por las intenciones de la Virgen María.
  • Por las almas del purgatorio.
  • Por nuestra humanidad doliente y por nuestras intenciones personales.

 

  • Padre Nuestro
  • Ave
  • Gloria

6. ORACIÓN FINAL:

Oh Jesús, mantenme en el santo temor para que no malgaste las gracias. Ayúdame a ser fiel a las inspiraciones del Espíritu Santo, permite, más bien, que mi corazón estalle de amor hacia Ti, antes de que descuide un solo acto de este amor. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 1557).

 

 

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