PREPARACIÓN PARA LA RENOVACIÓN DE LA CONSAGRACIÓN: 11 DE ABRIL DE 2021

DÍA 3
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06 de abril 2021

TEMA: ALMAS CONSAGRADAS, INVITADAS A UNA CONFIANZA SIN LÍMITES

LECTURA

«Que las almas que tienden a la perfección adoren especialmente Mi misericordia, porque la abundancia de gracias que les concedo proviene de Mi misericordia.  Deseo que estas almas se distingan por una confianza sin límites en Mi misericordia.  Yo Mismo Me ocupo de la santificación de estas almas, les daré todo lo que sea necesario para su santidad.  Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza.  Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá.  Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias.  Me alegro de que pidan mucho, porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo.  Me pongo triste, en cambio, si las almas piden poco, estrechan sus corazones» (Diario 1578).

REFLEXIÓN

El día de nuestra Consagración habíamos dicho: “Me consagro enteramente a Ti, para vivir bajo los rayos de Tu Gracia …” (cf. Oración de consagración a la Divina Misericordia).

Hoy el Rey de Misericordia nos recuerda que Él quiere que nuestra confianza sea sin límite, sabiendo que la confianza es el recipiente que nos permite recoger las gracias de su Corazón Misericordioso.

PREGUNTA:
Como alma consagrada a la Divina Misericordia, ¿puedo confirmar que vivo confiadamente bajo los rayos de las gracias del Rey de Misericordia? (Revísate y si no es así, acude a la confesión o a la dirección espiritual para evaluar lo que dificulta tu confianza en el Señor.

Reflexiona sobre estas promesas del Rey de Misericordia al consagrado que confía sin límites:

  • Yo Mismo Me ocupo de la santificación de estas almas
  • Les daré todo lo que sea necesario para su santidad
  • [Recibirá en abundancia todo lo que desea]
  • [Le daré mucho]

OTRAS PREGUNTAS:

  • Tú eres un alma consagrada a la Divina Misericordia, ¿Por qué estas promesas no se cumplen en tu vida?
  • ¿Qué hay en ti que estaría poniendo obstáculo a la gracia del Señor en tu vida?

CONSEJOS:

  • Procura alejarte de caminos equivocados y déjate guiar por el Espíritu Santo y confía plenamente en el Señor,
  • Deja de caminar solo en tu vida espiritual y procura depender siempre de la gracia del Señor,
  • Evita de discutir con la tentación y enciérrate en el Corazón de Jesús,
  • Recuerda siempre que toda gracia fluye de la oración (que la oración sea tu fuerza),
  • Aparta el miedo, no dudes del amor del Señor, procura vivir con serenidad, pero siempre con la pureza de intención,
  • Esfuérzate en el camino de la perfección, pero cuenta siempre con la ayuda del Señor,

RECORDATORIO:

También el día de nuestra consagración habíamos dicho: “Tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de Tu Misericordia”. (cf. Oración de consagración a la Divina Misericordia).

PREGUNTAS:

  • ¿Puedo decir que yo le pertenezco al Rey de Misericordia como “cosa suya” si no confío en Él? (Revísate)
  • ¿Qué debe ser mi actitud si soy consciente de que mi debilidad al igual que mis miserias son mi propiedad exclusiva?
  • ¿Después de la charla de hoy, con qué propósito me acerco a la Fiesta de la Divina Misericordia que se aproxima?

ORIENTACIÓN:

Revisar mi vida, pensar en la importancia de confiar en el Señor, analizar lo que me impide llevar una vida serena, con confianza sin límite en el Señor, y sacar mis propias conclusiones y propósitos.

ORACIÓN FINAL

ORACIÓN PARA ALCANZAR LA DIVINA MISERICORDIA PARA EL MUNDO ENTERO.

Oh Dios de gran misericordia, Bondad infinita, hoy toda la humanidad clama desde el abismo de su miseria a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios, y grita con la potente voz de la miseria.
Oh Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, Bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, te imploramos anticípanos tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros, para que cumplamos fielmente Tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y en la hora de la muerte.
Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación para que, con confianza, como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que conoces solo Tú. Y a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza: a través de Su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos al cielo. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO!

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«Y no hay alma que no tenga el deber de orar,  porque toda gracia fluye por medio de la oración»  (Diario 146).


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