DÍA 7. Humildad para acoger la Misericordia

Hoy pedí al Señor que se dignara instruirme sobre la vida interior, porque de por mí no alcanzo a comprender nada ni pensar en nada perfecto. Y el Señor me contestó: He sido tu Maestro, lo soy y lo seré.

  • Procura que tu corazón se asemeje a Mi Corazón manso y humilde.
  • No reclames nunca tus derechos.
  • Soporta con gran calma y paciencia todo lo que te pase;
  • no te defiendas cuando toda la vergüenza recaiga sobre ti injustamente;
  • deja que triunfen los demás.
  • No dejes de (73) ser buena si adviertes que abusan de tu bondad; cuando sea necesario Yo Mismo intervendré a favor de ti.
  • Agradece por la más pequeña gracia mía, porque esta gratitud Me obliga a concederte nuevas gracias…. (Diario 1701)

 

PREGUNTA DE REFLEXIÓN

 

¿Por qué no soy humilde? (busco a un sacerdote, llamo por teléfono o le contacto por WhatsApp para compartir y pedir ayuda espiritual)

LETANÍAS DE LA HUMILDAD

Jesús manso y humilde de Corazón, Óyeme.
Del deseo de ser lisonjeado, Líbrame Jesús
Del deseo de ser alabado, Líbrame Jesús
Del deseo de ser honrado,  Líbrame Jesús
Del deseo de ser aplaudido, Líbrame Jesús
Del deseo de ser preferido a otros, Líbrame Jesús
Del deseo de ser consultado, Líbrame Jesús
Del deseo de ser aceptado, Líbrame Jesús
Del temor de ser humillado, Líbrame Jesús
Del temor de ser despreciado, Líbrame Jesús
Del temor de ser reprendido, Líbrame Jesús
Del temor de ser calumniado, Líbrame Jesús
Del temor de ser olvidado, Líbrame Jesús
Del temor de ser puesto en ridículo, Líbrame Jesús
Del temor de ser injuriado, Líbrame Jesús
Del temor de ser juzgado con malicia, Líbrame Jesús.
Que otros sean más amados que yo, Jesús dame la gracia desearlo
Que otros sean más estimados que yo, Jesús dame la gracia de desearlo
Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse, Jesús dame la gracia de desearlo
Que otros sean alabados y de mí no se haga caso, Jesús dame la gracia de desearlo
Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil, Jesús dame la gracia de desearlo
Que otros sean preferidos a mí en todo, Jesús dame la gracia de desearlo
Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda, Jesús dame la gracia de desearlo.

Oración:

Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo. Amén. (Cardenal Merry del Val)

 

ORACION POR LA HUMILDAD

Señor Jesús, manso y humilde.

Desde el polvo me sube y me domina esta sed de que todos me estimen, de que todos me quieran. Mi corazón es soberbio. Dame la gracia de la humildad, mi Señor manso y humilde de corazón.

No puedo perdonar, el rencor me quema, las críticas me lastiman, los fracasos me hunden, las rivalidades me asustan.

No sé de dónde me vienen estos locos deseos de imponer mi voluntad, no ceder, sentirme más que otros… Hago lo que no quiero. Ten piedad, Señor, y dame la gracia de la humildad.

Dame la gracia de perdonar de corazón, la gracia de aceptar la crítica y aceptar cuando me corrijan. Dame la gracia, poder, con tranquilidad, criticarme a mí mismo.

La gracia de mantenerme sereno en los desprecios, olvidos e indiferencias de otros. Dame la gracia de sentirme verdaderamente feliz, cuando no figuro, no resalto ante los demás, con lo que digo, con lo que hago.

Ayúdame, Señor, a pensar menos en mí y abrir espacios en mi corazón para que los puedas ocupar Tu y mis hermanos.

En fin, mi Señor Jesucristo, dame la gracia de ir adquiriendo, poco a poco un corazón manso, humilde, paciente y bueno.

Cristo Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo. Así sea. (P. Ignacio Larrañaga)

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA (ES PREFERIBLE REZARLA A LAS 15.00H)

¿CÓMO SE REZA LA CORONILLA? (Véase el día 1)

 (125) Una vez el Señor me dijo: Mi Corazón ha sido conmovido por una gran compasión hacia ti, hija Mía queridísima, cuando te he visto hecha pedazos por el gran dolor que sufrías mientras deplorabas tus pecados. Yo veo tu amor tan puro y sincero que te doy la prioridad entre las vírgenes, tú eres el honor y la gloria de Mi Pasión. Veo cada humillación de tu alma y nada se escapa a Mi atención; elevo a los humildes hasta Mi trono, porque así es Mi voluntad. (Diario 282)

MEDITACIÓN PARA LA HORA DE LA DIVINA MISERICORDIA.

Muchas más cosas te diré cuando hables Conmigo en lo profundo de tu corazón; allí nadie puede impedir Mi actuar, es allí donde descanso como en un jardín cerrado. (Diario 581)  

                                                    SÚPLICAS:

Pidamos la gracia de entrar en intimidad sincera con el señor.

Pidamos la gracia de crecer en la humildad y de ser dóciles a la voluntad del Señor.

Oremos por todos los enfermos y por los que están privados de su libertad.

EN UN CUADERNO, ESCRIBO:

  • Primera columna: mis faltas cometidas
  • En la segunda columna: mis heridas y dolores.
  • Al terminar la jornada, me pongo en la presencia del Señor, bajo la luz del Espíritu Santo y la protección de la Santísima Virgen María para evaluar mi vida:
  • He cumplido mis propósitos del día de hoy, conforme a la voluntad del Señor.
  • He hecho al menos una obra de Misericordia, tanto corporal como espiritual.

Bendigo el día, doy gracias al Rey de Misericordia y firmo en mi corazón: “Jesús, en ti confío”.

DÍA 8 El pecado: lugar de encuentro con la Misericordia