Día 5. Llamados a vivir la Misericordia

Quién sabe perdonar, se prepara muchas gracias de parte de Dios. Siempre que mire la cruz, perdonare sinceramente. (Diario 723)

 

PREGUNTA DE REFLEXIÓN

¿Realmente rezo con un corazón sincero la oración del “Padre Nuestro”?

(Recuerda, hermano y hermana: el perdón es clave para tu sanación.

EL PERDÓN: Si tú no perdonas es difícil que Jesús te perdone; el perdón es un don perfecto, porque perdonar significa también “regalar un don”. Jesús perdonó en la Cruz diciendo: “«Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen.»” (Lucas 23,34). Esta Clave del perdón nos permite también rezar con el corazón la Poderosa Oración que Él Mismo Cristo nos enseñó: Mateo 6, 9-13: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. 

Cuando perdonamos, es importante que nuestro perdón sea acompañado de algún acto de caridad hacia la persona que hemos perdonado. Es lo que se llama: la compasión y la Misericordia. El perdón nos hace libre, la falta de perdón hace que Jesús esté ausente en nuestra vida. Cuando nos falta a Jesús, todo es oscuridad, desorden y caos, no hay vida, no hay paz no hay esperanza… Y todo esto dificulta el proceso de nuestra sanación). 

HOY VOY ANTE EL SANTÍSIMO, EN LA CAPILLA O EN LA IGLESIA, ME QUEDO EN EL SILENCIO, PARA ALABAR A LA DIVINA MISERICORDIA:

ALABANZAS A LA DIVINA MISERICORDIA

El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto. Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza.

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre, en Ti confío.

Misericordia Divina, supremo atributo de Dios, en Ti confío.

Misericordia Divina, misterio incomprensible, en Ti confío.

Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío.

Misericordia Divina, humano o angélico, en Ti confío.

Misericordia Divina, de donde brotan vida y felicidad, en Ti confío.

Misericordia Divina, más sublime que los cielos, en Ti confío.

Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas, en Ti confío.

Misericordia Divina, abrazando todo el universo, en Ti confío.

Misericordia Divina, que bajas a la tierra en la Persona del Verbo Encamado, en Ti confío.

Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de Jesús, en Ti confío.

Misericordia Divina, enclaustrada en el Corazón por nosotros, y especialmente por los pecadores, en Ti confío.

Misericordia Divina, insondable en la institución de la Sagrada Hostia, en Ti confío.

Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia, en Ti confío.

Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo, en Ti confío.

Misericordia Divina, en la justificación de nosotros por Jesucristo, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de la vida, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos abrazas, especialmente a la hora de la muerte, en Ti confío.

Misericordia Divina, por quien recibimos el don de la inmortalidad, en Ti confío.

Misericordia Divina, siempre a nuestro lado en cada instante de nuestra vida, en Ti confío.

Misericordia Divina, escudo protector de las llamas infernales, en Ti confío.

Misericordia Divina, por quien se convierte el pecador empedernido, en Ti confío.

Misericordia Divina, que dejas atónitos a los ángeles; inasequible también a los santos, en Ti confío.

Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios, en Ti confío.

Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria, en Ti confío.

Misericordia Divina, manantial de felicidad y gozo, en Ti confío.

Misericordia Divina, que de la nada nos trajiste a la existencia, en Ti confío.

Misericordia Divina, que rodeas con Tus brazos toda obra de Sus manos, en Ti confío.

Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios, en Ti confío.

Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos, en Ti confío.

Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados, en Ti confío.

Misericordia Divina, única esperanza de los desesperados, en Ti confío.

Misericordia Divina, remanso de corazones, paz en la turbulencia, en Ti confío.

Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas, en Ti confío.

Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.

 

Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para qué los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es Amor y Misericordia.

Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte cómo Te mereces? Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza. Amén.  (Diario 949, 950 y 951).

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA (ES PREFERIBLE REZARLA A LAS 15.00H)

¿CÓMO SE REZA LA CORONILLA? (véase el día 1)

MEDITACIÓN A LA HORA DE LA MISERICORDIA

“…No tengas miedo de nada, todas las dificultades servirán para que se realice Mi voluntad…” (Diario 634)

SÚPLICA:

Oremos por la conversión de nuestros seres queridos y por los enfermos que han perdido la esperanza.

EN UN CUADERNO, ESCRIBO:

  • Primera columna: mis faltas cometidas
  • En la segunda columna: mis heridas y dolores.
  • Al terminar la jornada, me pongo en la presencia del Señor, bajo la luz del Espíritu Santo y la protección de la Santísima Virgen María para evaluar mi vida:
  • He cumplido mis propósitos del día de hoy, conforme a la voluntad del Señor.
  • He hecho al menos una obra de Misericordia, tanto corporal como espiritual.

Bendigo el día, doy gracias al Rey de Misericordia y firmo en mi corazón: “Jesús, en ti confío”.

DÍA 6. La familia como Escuela de Misericordia