NOVENO DÍA

Sábado de la octava de Pascua

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de Mi este cáliz, si es Tu voluntad. Para ellas, la ultima (65) tabla de salvación consiste en recurrir a Mi misericordia (Diario 1228).

Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, Te traigo a las almas tibias a la morada de Tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y Te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de Tu amor puro. Oh Jesús tan compasivo, ejercita la omnipotencia de Tu misericordia y atráelas al mismo ardor de Tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo.

El fuego y el hielo no pueden estar juntos, Ya que se apaga el fuego o se derrite el hielo. Pero Tu misericordia, oh Dios, Puede socorrer las miserias aún mayores.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están acogidas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, Te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de Tu misericordia….

Oh día eterno, oh día deseado, Te espero con anhelo e impaciencia.
Ya dentro de poco el amor soltará el valor, Y tú te volverás mi salvación.

Oh día esplendido, momento incomparable, En que veré por primera vez a mi Dios, Esposo de mi alma y Señor de los señores, Siento que el temor no abrazará mi alma.

Oh día solemnísimo, o día resplandeciente, En que el alma conocerá a Dios en su poder, Y se sumergirá entera en su amor, Y conocerá que han pasado las miserias del destierro

Oh día feliz, oh día bendito, En que mi corazón se incendiará de ardor eterno hacia Ti, Porque ya ahora Te siento, aunque a través del velo, Tu, oh Jesús, en la vida y en la muerte eres mi éxtasis y encanto.

Oh día, que espero durante toda mi vida. Y Te espero a Ti, oh Dios, Ya que deseo solamente a Ti, Sólo Tu estás en mi corazón y lo demás es nada.

Oh día de delicias, de eternas dulzuras. Oh Dios de gran Majestad, Esposo mío, Tu sabes que nada satisface el corazón de una virgen, Apoyo mi sien sobre Tu dulce Corazón.

CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA (Diario 476)

Esta oración es para aplacar Mi ira… con un rosario común, de modo siguiente:

 

Padre nuestro,
Ave María,
Credo

En las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras:

Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero;

En las cuentas del Ave María, dirás las siguientes palabras:

Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Para terminar, dirás tres veces estas palabras:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero [181] (Diario 476)

Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío. (Diario 187)

 

ACCIÓN DE GRACIAS:

(138) + Oh Jesús, Dios eterno, Te agradezco por tus innumerables gracias y bendiciones. Que cada latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a Ti, oh Dios. Que cada gota de mi sangre circule para Ti, Señor. Mi alma es todo un himno de adoración a Tu misericordia. Te amo, Dios, por ser Tu Mismo. [Amén] (Diario 1794)

 

Libro recomendado: Orar con los consejos de santa Faustina y su Diario




 

FELIZ FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

 

Véase También:

Fiesta de la Divina Misericordia

(Véase Indulgencia plenaria recibida en la Fiesta de la Misericordia)

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