Orar con el Diario de Santa Faustina
Sábado, 08 de julio de 2023
TEMA:
El alma que lucha con fidelidad ante la tentación, rinde gran gloria al Rey de Misericordia
1. ORACIÓN INICIAL
ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO (Cardenal Verdier)
2. LECTURA
“Se apoderó de mi un disgusto para todas las cosas. Entonces oí la voz de Satanás: “Mira, qué contradictorio es todo lo que te da Jesús: te hace fundar un convento y te envía la enfermedad; te manda hacer gestiones para instituir la Fiesta de la Misericordia mientras que el mundo no quiere tal Fiestas en absoluto. ¿Por qué rezas por esta Fiesta? Esta Fiesta es tan inoportuna.” Mi alma calla y reza con un acto de buena voluntad sin entrar en dialogo con el espíritu de las tinieblas. Sin embargo, se ha adueñado de mi un tedio de la vida tan extraño que he tenido que hacer un gran esfuerzo de la voluntad para aceptarla… (104) Y oigo otra vez las palabras del tentador: “Pide la muerte para ti mañana después de la Santa Comunión. Dios te escuchará, ya que te ha escuchado tantas veces y te ha dado todo lo que le has pedido.” Me callo y rezo con un acto de voluntad, o más bien me someto a Dios pidiéndole dentro de mí que no me abandone en este momento. Son ya las once de la noche, todas las hermanas están durmiendo en sus celdas, solamente mi alma lucha y con gran esfuerzo. El tentador continua: “¿Qué te importan otras almas? Tú debes rezar solamente por ti misma. Los pecadores, ellos se convertirán sin tus plegarias. Veo que en este momento estas sufriendo mucho, y yo te doy un consejo del cual dependerá tu felicidad: no hables nunca de la Divina Misericordia y no invites especialmente a los pecadores a confiar en la misericordia, porque ellos se merecen un justo castigo. Otra cosa importantísima: no hables a los confesores de lo que pasa en tu alma y especialmente a ese Padre extraordinario y a aquel sacerdote de Vilna. Yo los conozco, sé quiénes son, por eso quiero advertirte (105) de ellos. Trata de ser una buena hermana, basta con vivir como las demás, ¿por qué te expones a tantas dificultades?”
Yo sigo callada y con un acto de voluntad persevero toda en Dios, a pesar de que un gemido se escapa del corazón. Por fin el tentador se fue y yo, extenuada, me dormí inmediatamente. Por la mañana, cuando recibí la Santa Comunión y entré inmediatamente en mi celda, caí de rodillas y renové el acto de sumisión en todo a la santísima voluntad de Dios. Te ruego, Jesús, dame fuerza para luchar, que se haga de mi según Tu santísima voluntad. Mi alma se ha enamorado de Tu santísima voluntad.
En ese momento vi a Jesús que me dijo: Estoy contento de lo que haces y sigue tranquila si haces siempre todo lo que está en tu poder para toda esta obra de la misericordia. Ten la máxima sinceridad con el confesor. Satanás no sacó ningún provecho con haberte tentado, porque no entraste en conversación con él. Continua así. Hoy Me has rendido una gran gloria luchando con tanta fidelidad. (106) Que tu corazón se consolide y se afirme en que Yo siempre estoy contigo, aunque en el momento de la lucha no Me sientas” (Santa María Faustina Kowalska, Diario, La Divina Misericordia en mi alma, Diario 1497-1499).
(Después de la lectura, observar unos cinco minutos de silencio orante: para que este mensaje entre en nosotros e ilumine nuestra vida. En este silencio, cada uno de nosotros ha de situarse en el relato que hemos escuchado y reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te quiere comunicar a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración). Preguntarte: ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente? (Silencio).
A continuación, compartir en grupo, en familia o meditar personalmente
3. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
- En mi vida, ¿a quién suelo prestar atención? (¿A la voz del Señor o a los engaños del enemigo?
- ¿Cómo puedo distinguir los engaños del maligno con la voz del Señor?
- ¿Qué actitud o debilidad que hay en mí que el maligno suele utilizar para atormentar mi alma y mi vida de gracia?
- ¿Realmente sigo fielmente al Rey de Misericordia?
- ¿Qué entiendo por “luchar con fidelidad?”
- ¿Qué entiendo de esta afirmación?: “Yo siempre estoy contigo.”
4. ORIENTACIÓN
- El hijo de Dios aprende a escuchar al Señor en la oración. Que la oración sea nuestra fuerza (Orar con el corazón y no con labios),
- El maligno busca siempre quitarnos la paz y ponernos en conflicto con Dios,
- El Rey de Misericordia nos invita a la sinceridad porque la mentira es el arma poderosa que el maligno suele utilizar para apartarnos de la gracia del Señor (Recuerda: no existe una mentira piadosa. Con el mal no se juega y de “Dios nadie se burla” (Ga 6,7).
- El Rey de Misericordia quiere que nos apartemos de los caminos equivocados, evitando la media verdad y viviendo fielmente en su presencia,
- ES importancia reconocer que Dios nunca nos abandona y que su gracia siempre nos acompaña, pero el maligno tan solo quiere destruir la gracia y apartarnos del camino del Cielo,
- El Señor nos recuerda que siempre está con nosotros, por eso no debemos tener miedo ni perder la esperanza, es importante confiar siempre en Él.
Propósitos de hoy:
- Perseverar en la gracia para rendir gloria al Rey de Misericordia,
- Elegir el corazón Misericordioso de Jesús como mi Refugio Seguro ante la tentación.
COMPARTIR EN GRUPO, EN FAMILIA O MEDITAR PERSONALMENTE (Reflexionar personalmente, sentir y gustar lo que el Señor te comunica a ti en este momento para ayudarte en la meditación y en la oración.) (SILENCIO) En el silencio del corazón, meditemos las frases o palabras que nos han llamado la atención de manera personal, y descubramos con la luz del Espíritu Santo: ¿Por qué esa palabra o frase me ha tocado a mí? ¿Qué me quiere decir el Señor hoy, a mí, personalmente?
5) PRECES y ACCIÓN DE GRACIAS (INTENCIONES LIBRES)
- Pedir la gracia de evitar de Dialogar con la tentación encerrándonos en el Corazón Misericordioso de Jesús,
- Orar por los que viven bajo las ataduras del maligno y que no confían en la misericordia del Señor,
- Orar por los pecadores empedernidos para que se manifieste en ellos la gloria de Dios,
- Oremos por la conversión de nuestros seres queridos,
- Padre Nuestro
- Ave
- Gloria
6. ORACIÓN FINAL:
ORACIÓN DE SANTA FAUSTINA
Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de Tu Infinita Misericordia, concédeme por su intercesión, si fuera esto conforme a Tu santísima voluntad, la gracia de… (pedir gracia) que te pido. Yo, pecador, no soy digno de Tu misericordia, pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo a las súplicas que a través de ella te presento confiando en Ti. Santa Faustina, ruega por nosotros. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO!
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TESTIGOS DE LA DIVINA MISERICORDIA
Escuela de la Divina Misericordia
Madrid/España
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