Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Martes, 10 de octubre de 2023

1. Reflexión:

“Dialogo entre Dios misericordioso y el alma que tiende a la perfección.

– Jesús:  Me son agradables tus esfuerzos, oh alma que tiendes a la perfección.  Pero ¿por qué tan frecuentemente te veo triste y abatida?  Dime, niña Mía, ¿qué significa esta tristeza y cuál es su causa?

– El alma:  Señor, mi tristeza se debe a que a pesar de mis sinceros propósitos caigo continuamente y siempre en los mismos errores.  Hago los propósitos por la mañana y por la noche veo cuánto me he desviado de ellos.

– Jesús:  Ves, niña Mía, lo que eres por ti misma, y la causa de tus caídas está en que cuentas demasiado contigo misma y te apoyas muy poco en Mi.  Pero esto no debe entristecerte demasiado; estás tratando con el Dios de la Misericordia, tu miseria no la agotará, además no he limitado el número de perdones” (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 1488).

2. Súplicas:

• Pedir la gracia de esforzarnos para tender hacia la perfección,
• Pedir la gracia de en diálogo profundo y sincero con el Rey de Misericordia,
• Pedir la gracia de ser siempre cristianos católicos felices y dispuestos para dejarnos sostener por la gracia del Señor,
• Orar por los que pasan momentos de mayor tristeza y que se sienten abandonados del Señor, para que sepan descubrir la presencia del Señor en cada detalle de su vida,
•  Por nuestra humanidad doliente,
• Por las almas del Purgatorio,
• Por las intenciones de la Virgen María,
• Por nuestra Santa Iglesia Católica,
• Por nuestras intenciones personales.

 3. Propósito del día:

Volver siempre al Señor con el corazón arrepentido para recibir su perdón y su gracia.

• Rezar la coronilla a la Divina Misericordia Meditada pdf,
• Respetar la hora de la Misericordia,
• Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día.

4. Oración final: 

Oh Dios incomprensible, mi corazón se deshace de gozo porque me has permitido penetrar los misterios de (109) Tu misericordia.  Todo tiene comienzo en Tu misericordia y todo termina en Tu misericordia Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 1506).