Reflexiones diarias, súplicas y oraciones
1. Reflexión
Cuando era la adoración de las Hermanas de la Familia de María [85], al anochecer, con una de las hermanas fui a esa adoración. Cuando entre en la capilla, la presencia de Dios envolvió mi alma en seguida.
Oraba así como en ciertos momentos, sin decir una palabra. De repente vi. Al Señor que me dijo: Has de saber que si descuidas la cuestión de pintar esta imagen y de toda la obra de la misericordia, en el día del juicio responderás de un gran numero de almas. Después de estas palabras del Señor cierto temblor y un temor entraron en mi alma. No lograba tranquilizarme sola. Me sonaban estas palabras: Sí, el día del juicio divino deberé responder no solamente de mi misma, sino también de otras almas. Estas palabras se grabaron profundamente en mi corazón. Cuando volví a casa, entré en el pequeño Jesús [86], caí de cara al suelo delante del Santísimo Sacramento y dije al Señor: Haré todo lo que esté en mi poder, pero te ruego, quédate siempre conmigo y dame fortaleza para cumplir Tu santa voluntad, porque Tú puedes todo, y yo no puedo nada por mí misma.
(74) + Desde hace algún tiempo me sucede sentir en el alma cuando alguien reza por mi, lo siento inmediatamente en el alma; y en cambio cuando algún alma me pide la oración, aunque no me lo diga, yo lo siento igualmente en el alma. Lo siento como una inquietud, como si alguien me llamara; cuando rezo, obtengo la paz (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 154-155).
2. Súplicas:
- Pidamos la gracia de ser atentos a las necesidades de nuestros hermanos.
- Oremos por los que dudan de la misericordia del Señor y por todos los ateos.
- Por nuestra humanidad doliente,
- Por las almas del Purgatorio,
- Por las intenciones de la Virgen María,
- Por nuestra Santa Iglesia Católica,
- Por nuestras intenciones personales.
3. Propósitos del día:
Consolar a alguien que está perdiendo la esperanza.
- Rezar la coronilla a la Divina Misericordia
- Respetar la hora de la Misericordia
- Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día
4. Oración Final:
Oh Jesús, cuántas cosas nos revelará solamente el último día. ¡Que alegría! Haz que de nuestros esfuerzos no se pierde nada. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario, 236).
Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.
