Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

miércoles, 23 de agosto de 2023.

1. Reflexión:   

Jesús, cuando quiere purificar un alma, utiliza los instrumentos que Él quiere. Mi alma se siente completamente abandonada por las criaturas.  A veces la intención más pura es interpretada mal por las hermanas [45].  Este sufrimiento es muy doloroso, pero Dios lo admite y hay que aceptarlo, ya que a través de ellos nos hacemos más semejantes a Jesús.  Durante mucho tiempo no pude [comprender] una cosa, a saber, ¿por qué Jesús me mandó informar de todo a las Superioras?  Y las Superioras no creían  en mis palabras, manifestándome compasión como si estuviera bajo la influencia de la ilusión o la imaginación.

Debido a que [temía] que estaba en ilusión, decidí evitar a Dios dentro de mí, temiendo las ilusiones.  (15)  Sin embargo la gracia de Dios me perseguía a cada paso.  Y cuando menos lo esperaba, Dios me hablaba. (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 38). 

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de reconocer que el Rey de misericordia está siempre presente en cada circunstancia de nuestras vidas.
  • Oremos por los que piensan que están abandonados de nuestro Señor Jesucristo, y por las familias desunidas.
  • Por nuestra humanidad doliente,
  • Por las almas del Purgatorio,
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por nuestra Santa Iglesia Católica,
  • Por nuestras intenciones personales.

3. Propósito del día:

Orar por los que me consideran como enemigo de ellos.

Oración: 

Jesús Misericordioso, tú que has sufrido tanto aquí en la tierra por tus enemigos verdaderos y ocultos y, finalmente, condenado por la más absurda injusticia, oraste con mayor empeño desde la cruz por tus perseguidores diciendo: «Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen, dame la fuerza de perdonar siempre con todo mi corazón, según el ejemplo de tu Infinito Amor y Misericordia, a todos aquéllos que me hacen el mal; perdónalos como yo también los perdono, sana sus debilidades y las mías, sumerge nuestros corazones en el océano infinito de tu Amor Divino y llénalos de tu Misericordia. Así el mundo reconocerá que te pertenecemos. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO!

 

 

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TESTIGOS DE LA DIVINA MISERICORDIA

Escuela de la Divina Misericordia
Madrid/España

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