NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REVELÓ 25 SECRETOS A SANTA FAUSTINA KOWALSKA PARA PROTEGERSE  DE LOS ATAQUES DEL DEMONIO

(Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario 1760)

+ Conferencia sobre la lucha espiritual

Nuestro Señor Jesucristo dijo a Sor Faustina: “Hija Mía, quiero instruirte sobre la lucha espiritual«.
 
1. Nunca confíes en ti misma, sino que abandónate totalmente a Mi voluntad.

La confianza es un arma espiritual. La confianza es el punto de partida de la fe que san Pablo menciona en la Epístola a los Efesios (6,1017): la armadura del cristiano. El abandono a la voluntad de Dios es un acto de confianza; la fe en acción disipa los malos espíritus.
 
2. En el abandono, en las tinieblas y en diferentes dudas recurre a Mí y a tu director espiritual, él te responderá siempre en Mi nombre.

  • Reza inmediatamente a Jesús.
  • Invoca Su Santo Nombre, que es muy temido en el inframundo.
  • Trae las tinieblas a la luz diciéndoselo a tu director espiritual o confesor y sigue sus instrucciones.

3. No te pongas a discutir con ninguna tentación, enciérrate inmediatamente en Mi Corazón.

En el Jardín del Edén, Eva negoció con el diablo y perdió. Tenemos que recurrir al refugio del Sagrado Corazón. Corriendo hacia Cristo, es como le damos la espalda a lo demoníaco.

También, hay que pensar en la interpretación que Ephrem Tshibamfumu hace de la imagen de la Inmaculada de José Rivera (la mirada de la Virgen María) “María tiene la Mirada en el cielo, al tiempo que ella pisa la serpiente del mal bajo sus pies;no mira a la serpiente ni se ocupa de ella; Ella pone la mirada únicamente en Dios. Esta es su manera de vencer el mal, mirar al cielo”. Ephrem Tshibamfumu T. Orar con el corazón. Clave para el crecimiento espiritual en la Escuela de la Reina de la Paz, BuenasLetras, Madrid 2019, p. 88-89.

Te recomendamos este libro: https://tiendareydemisericordia.com/producto/orar-con-el-corazon-clave-para-el-crecimiento-espiritual-en-la-escuela-de-la-reina-de-la-paz/

4. A la primera oportunidad, revela la tentación al confesor.

Una buena confesión, un buen confesor, y un buen penitente, son una receta perfecta para la victoria sobre la tentación y la opresión demoníaca, ¡esto no falla! Todo esto debilita las astucias del maligno.

5. Pon el amor propio en el último lugar para que no contamine tus acciones.

 El amor propio es natural, pero debe ser ordenado, libre de orgullo y de la soberbia. La humildad vence al diablo, que es el orgullo perfecto. Satanás nos tienta al amor propio desordenado, que nos suele despojar de la gracia y de la paz interior.
 
6. Sopórtate a ti misma con gran paciencia.

La paciencia es un arma secreta que nos ayuda a mantener la paz de nuestra alma, incluso en las grandes tormentas de la vida. La paciencia con uno mismo es parte de la humildad y la confianza. El diablo nos tienta a la impaciencia, a que se vuelva contra nosotros mismos de modo que nos enojemos. Mírate a ti mismo a la vista de Dios. Él es infinitamente paciente. Hay que ser misericordioso con uno mismo para crecer espiritualmente.  
 
7. No descuides las mortificaciones interiores.

 La Escritura enseña que algunos demonios sólo pueden ser expulsados con oración y ayuno. Las mortificaciones interiores son armas poderosas contra nuestro Goliath. Pueden ser pequeños sacrificios ofrecidos con gran amor. El poder del sacrificio por amor desaloja al enemigo y concede al alma la gracia de una verdadera unión con la divinidad.
 

8. Justifica siempre dentro de ti la opinión de las Superioras y del confesor.

 ES verdad que Jesucristo habla a santa Faustina que vive en un convento. Pero todos tenemos al menos una persona con autoridad (espiritualmente hablando) sobre nosotros. El diablo tiene como objetivo dividir y conquistar para gobernar y reinar, de manera que la humilde obediencia a la auténtica autoridad es un arma espiritual. Hemos de evitar de compartir, fijarnos en las murmuraciones que el enemigo suscita en nosotros para ponernos en contradicción con el confesor, guía espiritual o cualquier mediación para nuestro crecimiento espiritual.

9. Aléjate de las murmuraciones como a una peste.

La lengua es un arma peligrosa que puede hacer mucho daño. Estar murmurando o hablando mal de alguien, no proviene de Dios. El diablo es un mentiroso que suscita acusaciones falsas y murmullos que pueden matar la reputación de una persona. Aléjate de las murmuraciones.

10. Deja Que todos se comporten como quieran, tu compórtate como Yo exijo de ti.

 Sabiendo que la mente de uno mismo es la clave en la guerra espiritual y reconociendo que el diablo suele entrometerse para destruir la harmonía y la paz interior, nuestro empeño tiene que ser de agradar a Dios y sin fijarse en las opiniones de los demás.

11. Observa la regla con máxima fidelidad.

Jesús se refiere a la regla de una Orden Religiosa aquí. La mayoría de nosotros hemos hecho algún voto delante de Dios y de la Iglesia y debemos ser fieles a nuestras promesas, es decir votos matrimoniales, promesas bautismales, consagración a la Divina Misericordia. Satanás tienta a la infidelidad, la anarquía y la desobediencia. La fidelidad es un arma para la victoria. Aquí hemos de poner de relieve el cumplimiento de los mandamientos de Dios.

12. Después de sufrir un disgusto, piensa qué cosa buena podrías hacer para la persona que te ha hecho sufrir.

Ser un vaso de misericordia divina es un arma para el bien y para derrotar el mal. El diablo trabaja sobre el odio, la ira, la venganza y la falta de perdón. Ante el daño sufrido, ante el mal, hemos de devolver una respuesta de paz y de bendición. Devolver una bendición rompe maldiciones y abre paso al triunfo de Dios en nuestra vida.

13. Evita la disipación (no derramar tus sentimientos).

 Un alma habladora será más fácilmente atacada por el demonio. Hay que expresar tus sentimientos solamente ante el Señor. Recuerda, los espíritus buenos y malos escuchan lo que dices en voz alta. Hay que evitar de actuar según los sentimientos, ya que son efímeros. Déjate guiar por la verdad y cultiva el recogimiento interior como una poderosa armadura espiritual.

14. Calla cuando te amonestan (cuando te reprenden).

A todos, en algún momento de nuestra vida hemos sido reprendido. No podemos evitarlo, pero sí podemos controlar nuestra respuesta ante esta situación. Nuestro “EGO” siempre busca tener razón y justificarse para defender su prestigio, pero esta actitud conduce a trampas demoníacas. Dios sabe la verdad. Deja que ella triunfe. El silencio es una protección y una actitud sabia ante las provocaciones del maligno. El diablo puede utilizar la justicia propia, nuestros propios argumentos superficiales y llenos de soberbia para hacernos tropezar también.

15. No preguntes la opinión de todos sino de tu director espiritual; con él sé sincera y sencilla como una niña.

 La sencillez de la vida y la humildad pueden expulsar a los demonios. La honestidad es un arma para derrotar a nuestro Goliath, el padre de la mentira. Cuando mentimos ponemos un pie en su terreno y él intentará seducirnos aún más. El mentiroso acaba colaborando consciente o inconscientemente con el diablo.

16. No te desanimes por la ingratitud.

 A nadie le gusta ser subestimado. Pero cuando nos encontramos con la ingratitud o la insensibilidad, el espíritu de desánimo nos puede dominar por completo. Hay que evitar todo desaliento porque eso nunca proviene de Dios. Es una de las tentaciones más eficaces del diablo que tiene como finalidad la destrucción de los planes de Dios. Procura tener la gratitud en todos los acontecimientos del día y saldrás victorioso.
 
17. No examines con curiosidad los caminos por los cuales te conduzco.

La necesidad de conocer todo, y la curiosidad por el futuro es una tentación que ha llevado a muchas personas a las prácticas de las religiones transcendentales, a las cosas exotéricas, a los brujos… Escoge el camino de la fe y de la confianza en el Señor. Déjate guiar por la Luz del Espíritu Santo y por la poderosa intercesión de la Virgen María hacia el camino de la santidad. Renuncia a toda curiosidad.

18. Cuando el aburrimiento y el desánimo llamen a tu corazón, huye de ti misma y escóndete en Mi Corazón.

Jesús pone de manifiesto dos actitudes peligrosas: actitud ociosa y perezosa (aburrimiento) santa Faustina dice que el diablo tienta más fácilmente a las almas ociosas. Lo cuenta en estos términos: En cierta ocasión vi a Satanás que tenía prisa y estaba buscando a alguien entre las hermanas, pero no la encontraba.  Sentí en el alma la inspiración de ordenarle en nombre de Dios que me dijera a quién buscaba entre las hermanas.  Y confesó, aunque de mala gana:  Busco las almas perezosas.  Cuando volví a ordenarle en nombre de Dios que me dijera a qué almas del convento tenía el acceso más fácil, me confesó otra vez de mala gana que:  A las almas perezosas y ociosas.”  (Diario 1127)

Ten cuidado con el aburrimiento, es un espíritu de letargo. Las almas ociosas son presa fácil víctimas preferidas de los demonios.

19. No temas a la lucha; la valentía a menudo atemoriza a los demonios, y ellos no se atreven a atacarnos.

Después de la soberbia (el orgullo) el miedo es la segunda táctica más común del diablo. La valentía atemoriza al diablo, él huirá ante el perseverante coraje de quien encuentra en Jesús su Refugio Seguro, su Roca y su Alcázar.

20. Lucha siempre con esta profunda convicción de que Yo estoy a tu lado.

Estamos invitados a luchar constantemente, porque el diablo trata de aterrorizar a las almas. Para resistirle, hemos de invoca constantemente al Espíritu Santo en el transcurso del día y dirigirnos al Señor con confianza (¡JESÚS, EN TI CONFÍO!).

21. No te dejes guiar por el sentimiento, porque él no siempre está en tu poder, todo el mérito está en la voluntad.

Sabiendo que todo el mérito radica en la voluntad, estamos invitados a evitar toda actuación por el sentimiento, porque el amor es un acto de la voluntad. Dios nos ha creado libres en Cristo y con nuestra libertad podemos elegir el bien y evitar el mal. Lo importante es ser obediente a la voluntad del Señor y dejarse guiar por el Espíritu santo.  
 
22. Depende siempre de las Superioras en las cosas más pequeñas. 

Es importante recordar que Nuestro Señor Jesucristo está instruyendo a una religiosa aquí. En cuanto a nosotros, en este apartado hemos de entender que estamos invitados a depender totalmente de la Misericordia del Señor, de su amor, de su gracia…

23. No te hago ilusiones con la paz (121) y los consuelos, sino que prepárate a grandes batallas
 
Santa Faustina sufrió física y espiritualmente. Pero ella estaba preparada para grandes batallas, porque la gracia de Dios la sostenía en todo momento. Hoy nuestro Señor Jesucristo nos prepara a esas batallas poniéndonos la armadura de Dios para resistir al Diablo. Es importante estar siempre en vela y pedir el don de discernimiento.

24. Has de saber que ahora estás sobre un escenario donde te observan la tierra y todo el cielo.
 
Estamos todos en un gran escenario donde el Cielo y la tierra están viendo. ¿Predico y dejo a otros actuar o actúo conforme a lo que predico? ¿Mi vida es un vivo reflejo del amor de Dios en este mundo inquieto y sin paz verdadera? ¿Soy verdadero testigo del amor de Dios y verdadero embajador de Cristo? ¿Qué tengo que hacer para agradar a Dios dejando un testimonio vivo de su presencia a todos los que me rodean? He aquí el mensaje urgente, un desafío para empezar a hacer el bien y evitar el mal, para la gloria de Dios, el bien de las almas y para mi propia santificación.

25. Lucha como un guerrero para que pueda concederte el premio; no tengas mucho miedo, porque no estás sola.

Luchar como caballero, es actuar como Jesucristo, gran Caballero que nos ama y no nos quita nuestra libertad, más bien nos da pistas: saber confiar en Él, actuar en su nombre sabiendo que Él está siempre con nosotros hasta el fin del mundo. Lo que Él espera de nosotros es la apertura del corazón, la decisión de empezar todo en su nombre con fidelidad y perseverancia, ya que la perseverancia siempre tiene un premio especial. Nuestro empeño es de confiar en el Señor y el deber del Señor es de concedernos todo lo que nuestros corazones anhelan, todo según su voluntad.

Reflexión del Diario, 1760, profundizada por Ephrem Tshibamfumu, coordinador y fundador de la Escuela de la Divina Misericordia.

Fuente: Aleteia



 

OTRA ORACIÓN RECOMENDADA:

ORACIÓN DE LIBERACIÓN

 (Père Ghislain Roy, Para liberarse y sanarse, consejos y oraciones de liberación y de sanación, pp. 32-51)

ORACIÓN DE LIBERACIÓN – P.GHISLAIN ROY