Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Viernes, 17 de marzo de 2023

1. Reflexión

Jesús me enseñó cuánto le agrada la plegaria reparadora; me dijo: La plegaria de un alma humilde y amante aplaca la ira de Mi Padre y atrae un mar de bendiciones.  Después de la adoración, a medio camino hacia mi celda, fui cercada por una gran jauría de perros negros, enormes, que saltaban y aullaban con una intención de desgarrarme en pedazos.

Me di cuenta de que no eran perros sino demonios.  Uno de ellos dijo con rabia:  Como esta noche nos has llevado muchas almas, nosotros te desgarraremos en pedazos.  Contesté:  Si tal es la voluntad de Dios misericordiosísimo, desgárrenme en pedazos, porque me lo he merecido justamente, siendo la más miserable entre los pecadores y Dios es siempre santo, justo e infinitamente misericordioso.  A estas palabras, los demonios todos juntos contestaron:  Huyamos porque no está sola, sino que el Todopoderoso está con ella.  Y desaparecieron del camino como polvo, como rumor, mientras yo tranquila, terminando el Te Deum, iba a la celda contemplando la infinita e insondable misericordia Divina (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario 320).

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de vivir siempre en la presencia del Señor
  • Oremos por las familias desunidas.
  • Por nuestra humanidad doliente,
  • Por las almas del Purgatorio,
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por nuestra Santa Iglesia Católica,
  • Por nuestras intenciones personales

3. Propósitos del día:

Vivir en unión profunda con el Señor. 

4. Oración Final:

Oh Dios mío, estoy consciente de mi misión en la santa Iglesia.  Mi empeño continuo es impetrar la misericordia para el mundo. Me uno estrechamente a Jesús y me presento como victima que implora por el mundo.  Dios no me rehusará nada cuando le suplico con la voz de Su Hijo.  Mi sacrificio es nada por si mismo, pero cuando lo uno al sacrificio de Jesús, se hace omnipotente y tiene la fuerza para aplacar la ira divina. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 482).

Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.

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