Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Viernes, 11 de agosto de 2023.

1. Reflexión

+ Una vez vi una multitud de gente en nuestra capilla y delante de ella y en la calle por no caber dentro [38]. La capilla estaba adornaba para una solemnidad.  Cerca del altar había muchos eclesiásticos, además de nuestras hermanas y las de muchas otras Congregaciones.  Todos estaban esperando a la persona que debía ocupar lugar en el alter.  De repente oí una voz de que era yo quien iba a ocupar lugar en el altar.  Pero en cuanto salí de la habitación, es decir del pasillo, para cruzar el patio e ir a la capilla siguiendo la voz que me llamaba, todas las personas empezaron a tirar contra mí lo que podían: lodo, piedras, arena, escobas.  Al primer momento vacilé si avanzar o no, pero la voz me llamaba aun con más fuerza y a pesar de todo comencé a avanzar con valor.  Cuando crucé el umbral de la capilla, las Superioras, las hermanas y las alumnas [39] e incluso los Padres, empezaron a golpearme con lo que podían, así que, queriendo o no, tuve que subir rápido al lugar destinado en el altar.

En cuanto ocupé el lugar destinado, (13) la misma gente y las alumnas, y las hermanas, y las Superioras, y los Padres, todos empezaron a alargar las manos y a pedir gracias.  Yo no les guardaba resentimiento por haber arrojado contra mí todas esas cosas, y al contrario tenía un amor especial a las personas que me obligaron a subir con más prisa al lugar del destino.  En aquel momento una felicidad inconcebible inundó mi alma y oí esas palabras: Haz lo que quieras, distribuye gracias como quieras, a quien quieras y cuando quieras.  La visión desapareció enseguida. (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 31).

2. Súplicas:  

  • Pidamos  la gracia de acercar al Señor con humildad y confianza todas las necesidades de nuestra humanidad doliente.
  • Oremos por los enfermos que han perdido la esperanza.
  • Por nuestra humanidad doliente,
  • Por las almas del Purgatorio,
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por nuestra Santa Iglesia Católica,
  • Por nuestras intenciones personales.

3. Propósito del día:

Tener el corazón dispuesto para recibir la gracia del Señor.

Oración: 

Oh Santa Trinidad, Dios Uno e Indivisible, bendito seas por este gran regalo y testamento de misericordia. Oh Jesús mío, para compensarte por los blasfemos, callaré cuando me reprendan injustamente, para satisfacerte aunque sea en una pequeña parte. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (Diario,  81). 

 

 

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TESTIGOS DE LA DIVINA MISERICORDIA

Escuela de la Divina Misericordia
Madrid/España

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