Hora de la Divina Misericordia: 3:00 p.m., Viernes, 03 de febrero de 2023

Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Viernes, 03 de febrero de 2023

1. Reflexión:

«Final del noviciado. El sufrimiento no disminuyó nada. El debilitamiento físico, exención de todos los ejercicios espirituales [32], es decir, la sustitución de los mismos por jaculatorias [33].

El Viernes Santo [34], Jesús lleva mi corazón al ardor mismo del amor.  Eso fue durante la adoración vespertina. De inmediato me penetró la presencia de Dios.  Me olvidé de todo. Jesús me hizo conocer cuánto ha sufrido (11) por mí. Eso duró muy poco tiempo. Una añoranza tremenda. El deseo de amar a Dios» (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 26).

2. Súplicas:

  • Pedir la gracia de reconocer que Jesús murió por nosotros y quiere que vivamos felices en su presencia,
  • Pedir perdón al Señor por las veces que le he ofendido y por todos aquellos que no Lo aman porque no lo conocen,
  • Orar por las familias desunidas y por las naciones en conflicto,
  • Por nuestra humanidad doliente,
  • Por las almas del Purgatorio,
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por nuestra Santa Iglesia Católica,
  • Por nuestras intenciones personales.

 3. Propósito del día:

Tener siempre el deseo de amar a Dios y hacer el Vía crusis.

4. Oración final: 

Oh, Jesús, que admirable es Tu obrar.  Ahora veo que los hombres por si solos pueden muy poco, porque tuve la probación tal y como me había dicho Jesús. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (Diario 165).

 

Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.

 

 

Testigos de la Divina Misericordia Autor

En nuestro grupo, tenemos la devoción a Jesús de la Divina Misericordia y veneramos a la santísima Virgen María (Reina de la paz). Ante la mirada de nuestro Dios y para el bien de los demás, nos reunimos como un grupo de oración e intercesión, porque, nos inspiramos del pasaje de Mc. 2, 1-12 (curación de un paralítico). En todo, buscamos la gloria de Dios y bien de las almas. Formamos a los hermanos del mundo entero a la Consagración a la Divina Misericordia. Las puertas de nuestra familia están abiertas a quien siente la llamada a servir al Señor como Testigo de la Divina Misericordia y militante por el Triunfo del Inmaculado Corazón de María.