Reflexiones diarias, súplicas y oraciones
Miércoles, 28 de junio de 2023
1. Reflexión
Te recuerdo, hija Mía, que cuántas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada (145) En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia. Hija Mía, en esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia. Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante. Exijo el culto a Mi misericordia de cada criatura, pero primero de ti, ya que a ti te he dado a conocer este misterio de modo más profundo (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 1572).
2. Súplicas:
- Pidamos la gracia de dar testimonio de la presencia de nuestro Señor Jesucristo en nuestras vidas.
- Oremos por los que viven con odio porque nunca experimentaron el verdadero amor, para que se dejen tocar por el amor del Rey de Misericordia.
- Por nuestra humanidad doliente,
- Por las almas del Purgatorio,
- Por las intenciones de la Virgen María,
- Por nuestra Santa Iglesia Católica,
- Por nuestras intenciones personales.
3. Propósitos del día:
Renunciar a Satanás para que Jesús sea el Único Maestro de mi vida.
- Rezar la coronilla a la Divina Misericordia
- Respetar la hora de la Misericordia
- Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día
4. Oración Final:
Oh Jesús mío, Maestro, uno de mis deseos a los Tuyos que Tu tuviste en la cruz: deseo cumplir Tu santa voluntad; deseo la conversión de los pecadores; deseo que sea adorada Tu misericordia; deseo que sea anticipado el triunfo de la Iglesia. Tu gloria, Señor, y los beneficios de las almas. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario, 1581).
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TESTIGOS DE LA DIVINA MISERICORDIA
Escuela de la Divina Misericordia
Madrid/España
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