Reflexiones diarias, súplicas y oraciones
1. Reflexión
Oh Santa Trinidad, Dios eterno, mi espíritu se sumerge en Tu belleza; para Ti los siglos no son nada. Tú eres siempre el Mismo. Oh, qué grande es Tu Majestad. Oh Jesús, ¿cuál es el motivo por el que escondes Tu Majestad, has abandonado el trono del cielo y estás con nosotros? El Señor me contestó: Hija Mía, el amor Me ha traído y el amor Me detiene.
Oh hija Mía, si tú supieras qué gran mérito y recompensa tiene un solo acto de amor puro hacia Mi, morirías de gozo. Lo digo para que te unas a Mi constantemente a través del amor, porque éste es el fin de la vida de tu alma; este acto consiste en el acto de voluntad; has de saber que el alma pura es humilde; (45) cuanto te humillas y te anonadas ante Mi Majestad, entonces te persigo con Mis gracias, hago uso de la omnipotencia para enaltecerte.
Una vez, cuando el confesor me dio por penitencia rezar un Gloria, eso me tomó mucho tiempo, más de una vez empezaba y no llegaba a terminar, porque mi espíritu se unía a Dios y no lograba estar presente en mi misma. En efecto, a veces, a pesar de mi voluntad, me envuelve la omnipotencia de Dios y estoy sumergida entera en Él por el amor y entonces no sé lo que pasa alrededor de mi. Cuando dije al confesor que esta breve oración me ocupaba a veces muchísimo tiempo y que a veces no lograba rezarla, el confesor me mandó rezarla en seguida en el confesionario. Sin embargo mi espíritu se sumergía en Dios y no lograba pensar lo que quería a pesar de hacer esfuerzos. Entonces el confesor me dijo: Recítela conmigo. (46) Repetí cada palabra, pero mientras repetía cada palabra, mi espíritu se sumergía en la persona que nombraba (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 576-577).
2. Súplicas
- Pidamos la gracia de descubrir el verdadero propósito de nuestra vida.
- Oremos por las mujeres que abortan en contra de su propia voluntad, oremos por la paz en las familias y la restauración de los matrimonios que se han destruido por falta de confianza en el Señor.
- Por nuestra humanidad doliente,
- Por las almas del Purgatorio,
- Por las intenciones de la Virgen María,
- Por nuestra Santa Iglesia Católica,
- Por nuestras intenciones personales.
3. Propósitos del día
Poner el sello de la Misericordia en mis acciones del día de hoy.
- Rezar la coronilla a la Divina Misericordia
- Respetar la hora de la Misericordia
- Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día
4. Oración Final
Oh Jesús mío, enséñame a abrir las entrañas de la misericordia y del amor a todos los que me lo pidan. Oh Jesús, mi Guía, enséñame que todas las plegarias y obras mías tengan impreso el sello de Tu misericordia. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario, 755).
Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.
