Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Miércoles, 07 de junio de 2023

1. Reflexión

(144) He notado que desde que entré en el convento me hacían una sola critica, la que soy santa; pero este sobrenombre fue siempre pronunciado con sarcasmo. Al principio eso me hacía sufrir, pero cuando me elevé más, dejó de importarme.  Sin embargo, una vez cuando a causa de mi santidad fue afectada cierta persona, sufrí mucho viendo que yo podía ser causa de los disgustos de otras personas y me quejé con Jesús ¿por qué era así? Y el Señor me contestó: ¿Te entristeces por ello?  Si tú lo eres.  Dentro de poco Yo Mismo lo manifestaré en ti y pronunciaré la misma palabra: “santa” pero esta vez solamente con amor.

Te recuerdo, hija Mía, que cuántas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada (145) En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás.  En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia.  Hija Mía, en esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia.  Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante.  Exijo el culto a Mi misericordia de cada criatura, pero primero de ti, ya que a ti te he dado a conocer este misterio de modo más profundo  (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 1571-1572).

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de luchar por nuestra santidad con humilde devoción.
  • Oremos por todos los casos imposibles y por las almas del purgatorio.
  • Por nuestra humanidad doliente,
  • Por las almas del Purgatorio,
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por nuestra Santa Iglesia Católica,
  • Por nuestras intenciones personales.

3. Propósitos del día:

Dialogar con el Señor con sinceridad y confianza.     

4. Oración Final:

Oh Jesús, mi único consuelo. Oh, qué terrible es el destierro; oh, qué selva he de atravesar.  Mi alma se abre paso entre la pavorosa espesura de diferentes dificultades.  Si no me sostuvieras Tu Mismo, Señor, sería absolutamente imposible avanzar. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario, 1606).

 

 

 

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TESTIGOS DE LA DIVINA MISERICORDIA

Escuela de la Divina Misericordia
Madrid/España

Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.

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