Reflexiones diarias, súplicas y oraciones
Martes, 19 de septiembre de 2023
1. Reflexión:
… Con los votos me he entregado toda a Ti, ya no tengo nada más que podría ofrecerte. Jesús me dijo: Hija Mía, no Me has ofrecido lo que es realmente tuyo. Me he ensimismado y he constatado de que amaba a Dios con todas las fuerzas de mi alma; y sin poder conocer que era lo que no había dado al Señor, pregunté: Jesús, dímelo y Te lo daré inmediatamente con generosidad del corazón. Jesús me dijo amablemente: Hija, dame tu miseria porque es tu propiedad exclusiva. En ese momento un rayo de luz iluminó mi alma y conocí todo el abismo de mi miseria; en ese mismo momento me abracé contra el Santísimo Corazón de Jesús con tanta confianza que aunque tuviera sobre la conciencia los pecados de todos los condenados, no dudaría de la Divina (50) Misericordia, sino que, con el corazón hecho polvo, me arrojaría en el abismo de Tu misericordia. Creo, oh Jesús, que no me rechazarías sino que me absolverías con la mano de quien Te sustituye. (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 1318).
2. Súplicas:
- Pidamos la gracias de ser conscientes de nuestras miserias y de acudir al Rey de Misericordia con confianza,
- Oremos por los que viven bajo la esclavitud de la soberbia y por los que confían en su propia fuerza para que se dejen guiar por la Luz del Espíritu,
- Por nuestra humanidad doliente,
- Por las almas del Purgatorio,
- Por las intenciones de la Virgen María,
- Por nuestra Santa Iglesia Católica,
- Por nuestras intenciones personales.
3. Propósito del día:
Acercar confiadamente mis miserias al Rey de Misericordia.
- Rezar la coronilla a la Divina Misericordia
- Respetar la hora de la Misericordia
- Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día
Oración:
OH Jesús, haz a mi corazón semejante al Tuyo, o más bien transfórmalo en Tu propio [Corazón] para que pueda sentir las necesidades de otros corazones y, especialmente, de los que sufren y están tristes. Que los rayos de la misericordia descansen en mi corazón. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (Diario, 514).
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TESTIGOS DE LA DIVINA MISERICORDIA
Escuela de la Divina Misericordia
Madrid/España
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