Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Martes, 7 de marzo de 2023

1. Reflexión

(122) 27 I [1938]. Hoy, durante la Hora Santa Jesús se quejó conmigo de la ingratitud de las almas.

A cambio de los beneficios recibo la ingratitud; a cambio del amor obtengo el olvido y la indiferencia.  Mi Corazón no puede soportarlo.

En ese momento, en mi corazón ardió un amor fortísimo a Jesús; ofreciéndome por las almas ingratas, en ese momento me he sumergido toda en Él. Al volver en mi, el Señor me ha dado a probar una pequeña parte de esa ingratitud que inundaba su Corazón.  Esa experiencia duró poco tiempo (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario 1537-1538).

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de amar al Señor con todo nuestro corazón.
  • Oremos por los pecadores empedernidos.
  • Por nuestra humanidad doliente,
  • Por las almas del Purgatorio,
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por nuestra Santa Iglesia Católica,
  • Por nuestras intenciones personales.

3. Propósito del día:

Experimentar el amor del Señor en lo cotidiano de mi vida.

4. Oración Final:

Oh Dios de gran misericordia, bondad infinita, hoy toda la humanidad clama, desde el abismo de su miseria, a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios; y grita con la potente voz de la miseria. Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, anticípanos Tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente Tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y a la hora de la muerte.  Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que conoces sólo Tú. Y a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 1570).

Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.

 

 

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