Reflexiones diarias, súplicas y oraciones
Jueves, 01 de junio de 2023
1. Reflexión
+ Esta mañana, después de haber hecho mis ejercicios espirituales, me puse en seguida a hacer labor de gancho. Sentía el silencio en mi corazón y que Jesús descansaba en él. Este profundo y dulce conocimiento de la presencia de Dios me impulsó a decir al Señor: Oh Santísima Trinidad que vives en mi corazón, Te ruego, da la gracia de la conversión a tantas almas cuantos puntos haré hoy con este gancho. De pronto oí en el alma estas palabras: Hija Mía, tus peticiones son demasiado grandes. Jesús, si para Ti es más fácil dar mucho que poco. Es verdad, Me es más fácil dar mucho al alma que poco, pero cada conversión de un alma pecadora exige sacrificio. Y por eso, Jesús, Te ofrezco (304) este sincero trabajo mío; este sacrificio no me parece demasiado pequeño por un número tan grande de almas; pues, Tu, oh Jesús, durante treinta anos salvabas las almas con el trabajo manual y como la santa obediencia me prohíbe penitencias y grandes mortificaciones, por eso Te ruego, oh Señor, acepta esas pequeñeces con el sello de la obediencia como cosas grandes. Entonces oí en el alma la voz: Hija Mía, atiendo tu petición (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario, 961).
2. Súplicas:
- Pidamos la gracia de ofrecer siempre nuestro sacrificio sincero al Señor por la conversión de aquellos que confían en las mentiras del maligno.
- Oremos por las mujeres que anhelan ser madres y por las personas mayores que viven en condición de extrema pobreza.
- Por nuestra humanidad doliente,
- Por las almas del Purgatorio,
- Por las intenciones de la Virgen María,
- Por nuestra Santa Iglesia Católica,
- Por nuestras intenciones personales.
3. Propósitos del día:
Ofrecer un sacrificio sincero hoy por las intenciones de la Virgen María.
- Rezar la coronilla a la Divina Misericordia
- Respetar la hora de la Misericordia
- Procura realizar al menos una obra de Misericordia a lo largo del día
4. Oración Final:
Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como fuente de Misericordia para nosotros, en Tí, confío. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén. ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario, 84).
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TESTIGOS DE LA DIVINA MISERICORDIA
Escuela de la Divina Misericordia
Madrid/España
Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.
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