Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

1. Reflexión

Los momentos más felices para mi son aquellos cuando me quedo a solas con mi Señor. En aquellos momentos conozco la grandeza de Dios y mi propia miseria.

Una vez Jesús me dijo:  No te extrañes si a veces sospechan de ti injustamente.  Yo por amor a ti, fui el primero en beber este cáliz de sufrimientos injustos.

Un día, cuando estaba muy conmovida por la eternidad y sus misterios, mi alma empezó a tener miedo y después de reflexionar un momento más, empezaron a atormentarme varias dudas. Entonces Jesús me dijo:  Niña Mía, no tengas miedo de la casa de tu Padre.  Deja a los sabios de este mundo las investigaciones inútiles.  Yo quiero verte siempre como una niña pequeña.  Pregúntale todo con sencillez a tu confesor y Yo te contestaré por su boca (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario 289-290).

2. Súplicas:

  • Pidamos la gracia de confesar que Dios es nuestro Padre y nos ama con un amor eterna.
  • Oremos por los que están condenados injustamente y por los que no conocen al Señor.
  • Por nuestra humanidad doliente,
  • Por las almas del Purgatorio,
  • Por las intenciones de la Virgen María,
  • Por nuestra Santa Iglesia Católica,
  • Por nuestras intenciones personales.

3. Propósitos del día:

Encontrar al menos un motivo para darle las gracias al Señor.  

4. Oración Final:

Oh Dios Inmenso, admiro Tu bondad.  Tú eres el Señor de las huestes celestiales  y Te humillas de ese modo hacia una miserable criatura.  Oh, con que ardor deseo amarte con cada latido de mi corazón. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amen ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario, 288). 

Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.

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