Hora de la Divina Misericordia: 3:00 p.m., Domingo, 12 de marzo de 2023

Reflexiones diarias, súplicas y oraciones

Domingo, 12 de marzo de 2023

1. Reflexión

Una vez me visitó la Virgen Santísima. Estaba triste con los ojos clavados en el suelo; me dio a entender que tenía algo que decirme, pero por otra parte me daba a conocer como si no quisiera decírmelo. Al darme cuenta de ello, empecé a pedir a la Virgen que me lo dijera y que volviera la mirada hacia mí.

En un momento María me miró sonriendo cordialmente y dijo: Vas a padecer ciertos sufrimientos a causa de una enfermedad y de los médicos, además padecerás muchos sufrimientos por esta imagen, pero no tengas miedo de nada. Al día siguiente me puse enferma y sufrí mucho, tal y como me lo había dicho la Virgen, pero mi alma está preparada para los sufrimientos. El sufrimiento es el compañero permanente de mi vida (Santa María Faustina Kowalska, La divina Misericordia en mi alma, Diario 316).

2. Súplicas:

  • Pisamos la gracia de llevar nuestros sufrimientos con paciencia y con confianza en el Señor.
  • Oremos por los que han perdido la alegría de vivir a causa del sufrimiento.
  • Pidamos al Señor que tenga piedad de nuestra humanidad doliente y por el fin de la propagación de COVID-19 en el mundo entero.
  • Por nuestras intenciones personales.

3. Propósito del día:

Sufrir con paciencia sin perder la esperanza.

4. Oración Final:

Oh Dios mío, mi única esperanza, en Ti he puesto toda mi confianza y sé que no me desilusionaré. Oh Mi Buen Jesús Misericordioso, Rey de Misericordia, confío en Ti y solo en Ti espero. Amén ¡JESÚS, EN TI CONFÍO! (cf. Diario 317).

Libro correspondiente a estas reflexiones: Disponible aquí.

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Testigos de la Divina Misericordia Autor

En nuestro grupo, tenemos la devoción a Jesús de la Divina Misericordia y veneramos a la santísima Virgen María (Reina de la paz). Ante la mirada de nuestro Dios y para el bien de los demás, nos reunimos como un grupo de oración e intercesión, porque, nos inspiramos del pasaje de Mc. 2, 1-12 (curación de un paralítico). En todo, buscamos la gloria de Dios y bien de las almas. Formamos a los hermanos del mundo entero a la Consagración a la Divina Misericordia. Las puertas de nuestra familia están abiertas a quien siente la llamada a servir al Señor como Testigo de la Divina Misericordia y militante por el Triunfo del Inmaculado Corazón de María.